martes, 22 de diciembre de 2015

Pastores citadinos

Por: Avelina Jiménez Lozano

“Fueron de prisa y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre”
Juan 2, 16

Los pastores son personajes importantes en esta época. En los nacimientos navideños parecen figuras sencillas y con ofrendas al niño Jesús. Sus presentes no son tan costosos como el de los magos, pero el lujo carece de importancia cuando el objetivo es el mismo: visitar y contemplar al pequeño Niño.

Lope de Vega, famoso poeta, escribió en la segunda década el siglo XVII una obra titulada “Pastores a Belén”, en donde combina en prosa y verso la travesía de estos personajes. Con nombres propios explica las historias que los pastores y pastoras tienen antes, durante y después de su viaje. Actualmente se cuenta con adaptaciones infantiles de este clásico, aunque su autor no lo escribió precisamente para los infantes.

Cuenta la tradición que durante el siglo XVIII cualquier símbolo cristiano era penado, así que las personas se vieron en la necesidad de crear símbolos que los identificaran. Los caramelos o bastones navideños tienen la letra “J” invertida que representa el nombre de Jesús y por su forma, ¡también representa la vara de un pastor!. Los pastores también están presentes implícitamente en algunos adornos y dulces típicos navideños.

Todos hemos escuchado el famoso villancico de “Los pastores a Belén”. En una posada, en una reunión o en un festival infantil su letra nos contagia y nos recuerda la alegría de ir caminando con un propósito; el sustantivo es en plural, lo que denota unión y fraternidad entre los personajes.
Según la Real Academia Española, un pastor es aquel que guía, guarda y apacienta. Quienes hemos tenemos la fortuna de contemplar en vivo esa escena, vemos en su trabajo toda una obra de arte. Es más sencillo entender su significado en al campo, pero para los que vivimos aquí en la ciudad estoy segura que nos hemos topado con muchos pastores citadinos.

Habrá niños que en esta navidad se queden sin ser visitados, familias luchando por sobrevivir y ser encontradas,  jóvenes buscando un guía. Los pastores citadinos son quienes, sin llevar una vara, caminan por la calle siendo luz para los perdidos, compañía para los que se sienten solos, agentes de cambio que transforman el camino de la vida en una maravillosa experiencia.

Deseo que esta Navidad muchos nos convirtamos en pastores que salgamos presurosos con un buen propósito, convencidos de encontrar a alguien que nos espera.


¡Feliz Navidad!


(*) Avelina Jiménez Lozano, es Psicóloga con Maestría en Educación por la Universidad de Monterrey. Experta en temas de familia y pareja. Cuenta con la certificación para ser facilitadora de la herramienta pre-matrimonial FOCCUS. Ha participado en programas de desarrollo humano e inteligencia emocional en México y España.  Actualmente se desempeña como directora de la sección de preparatoria del Instituto Mater A.C. en Nuevo León., México. Puedes contactarla en: jimlav15@hotmail.com

martes, 15 de diciembre de 2015

Las ¿tradicionales? posadas


Por: Alida María Madero

Con todas las prisas, reuniones y tradiciones; por estos días estarás organizando tu agenda para cumplir con los compromisos con familiares, amigos y compañeros de trabajo.

Una las tradiciones de esta época, quizá la más arraigada en nuestro país, son las posadas; entre el ajetreo de la vida moderna y las complicaciones de los preparativos de las fiestas, esta hermosa tradición ha cambiado y se ha desvirtuado su sentido original. 

Las tradiciones son una manera de hacer presente lo que ocurrió, o lo que se acostumbraba hacer en tiempos pasados. Son los hechos u obras que se transmiten de una generación a otra. Así que hagamos un poco de historia.

Las posadas son fiestas que tienen como fin preparar la Navidad. Comienzan el día 16 y terminan el día 24 de diciembre. Su origen se remonta a los tiempos de la conquista, cuando los españoles llegaron a México. Por la necesidad que tenían los misioneros católicos de evangelizar a los indígenas utilizaron y mezclaron sus ritos y costumbres con los ritos cristianos.

Durante el mes de diciembre, los indígenas festejaban a Quetzalcóatl y  también celebraban las fiestas en honor a Huitzilopochtli. Estas fiestas duraban veinte días, iniciaban el 6 de diciembre y terminaban el 26 del mismo mes; eran fiestas solemnes. El pueblo se congregaba en los patios de los templos, iluminados por enormes fogatas, para esperar la llegada del solsticio de invierno. El 24 de diciembre por la noche y al día siguiente, 25 de diciembre, había fiestas en todas las casas.

Los misioneros españoles aprovecharon estas costumbres religiosas para inculcar en los indígenas el espíritu evangélico y dieron a las fiestas aztecas un sentido cristiano, lo que serviría como preparación para recibir a Jesús en su corazón el día de Navidad.

En 1587, Fray Diego de Soria obtuvo del Papa Sixto V un permiso que autorizaba en la Nueva España la celebración de unas misas llamadas "de aguinaldos", del 16 al 24 de diciembre. En estas misas se intercalaban pasajes y escenas de la Navidad. Para hacerlas más atractivas y amenas se les agregaron luces de bengala, cohetes y villancicos y, posteriormente, la piñata.

Las posadas simbolizan los nueve meses de gestación de María en la espera de Jesús. Al terminar, los monjes repartían a los asistentes fruta y dulces como signo de las gracias que recibían aquéllos que aceptaban la doctrina de Jesús.

Ahora que nos  organizamos para estas celebraciones, destacamos los elementos que no pueden faltar en una posada: los peregrinos, o sea las pequeñas estatuas de la virgen María, San José, el burro donde montan y un ángel que los protege;  piñatas, dulces, frutas y cacahuates; velas para posada o luces de bengala pequeñas. Ollas de ponche y tamales, pan dulce o bocadillos para fiesta.

Los libros de pedir posada incluyen letanías y rezos de cómo pedir la posada, además indicaciones para arrullar al Niño Jesús el día 24. Silbatos, panderos, guitarras o cualquier instrumento musical son utilizados para darle alegría a los cantos.

Recuerda que hay mucho significado detrás de esta tradición y trata de vivirlas con el sentido profundo que tienen: preparar nuestro corazón  para recibir al Niño Jesús en Navidad, celebración que es universal no solo en la práctica católica, que nos invita a  reunirnos antes de que termine el año para agradecer, abrazarnos y desear que el próximo año sea mejor.




viernes, 4 de diciembre de 2015

Humanidad

Por: Alida María Madero

La primera definición de este vocablo está referida al conjunto al que pertenecen todos los hombres. Por extensión, se aplica también a un grupo de personas y al género humano en general.

Hace unos meses en las primeras horas de la mañana, el hospital de trauma de Médicos sin Fronteras en Kunduz, Afganistán bombardeado precisa y repetidamente. “Durante el ataque, nuestros colegas lucharon por sus vidas y por las vidas de sus pacientes con una extraordinaria determinación y valor” leo en su página de  Facebook.

Médicos Sin Fronteras (MSF) una organización médico-humanitaria internacional que asiste a poblaciones en situación precaria, y a víctimas de catástrofes y de conflictos armados, sin discriminación por raza, religión o ideología política; mi corazón se encoge al imaginar a esos jóvenes que desinteresadamente, por amor a la humanidad, llevan su vocación de servicio a donde más los necesitan.

El  blog “Humans of New York”, publica las historias de los refugiados sirios. Su autor, Brandon Stanton, viajo durante diez días por Grecia, Hungría, Croacia y Austria, para conocer las historias de vida de algunos de ellos y darnos a conocer historias de familias que dejan todo: vida, casa, trabajo, padres, madres. Jóvenes con educación; pequeños que en brazos de sus padres viven una experiencia traumática al arriesgar su vida en embarcaciones de caucho, sin saber lo que el día de mañana les depara, les presento solo algunas.

Muhammad cuenta que "Durante dos semanas mis lágrimas no paraban. Nada tenía sentido. ¿Por qué suceden estas cosas a mi familia? Hicimos todo bien. Todo. Somos muy honestos con todos. Tratamos a nuestros vecinos bien. Un día mis hermanas llamaron y me dijeron que ISIS se acercaba a nuestra aldea. Me volví completamente loco".

Una mujer que no da su nombre porque tiene miedo: "Mi marido y yo vendimos todo lo que teníamos para pagar el viaje. El agua comenzó a entrar en el barco; todo el mundo empezó a gritar. Fuimos los últimos en salir con vida. Mi marido me tiró por la ventana; en el océano, se quitó el chaleco salvavidas y se lo dio a una mujer. Nadamos durante el mayor tiempo posible. Después de varias horas me dijo que estaba demasiado cansado para nadar y que él iba a flotar sobre su espalda para descansar. Estaba tan oscuro que no podíamos ver, lo escuche llamarme pero, Las olas eran altas. Eventualmente un barco me encontró. Nunca encontraron a mi marido”.

“Espero que hayas aprendido,  junto conmigo, que cada refugiado tiene una historia trágica  a menudo llena de violencia y miedo”. Escribe Brandon, y añade: “muchos de ustedes han preguntado sobre la mejor manera de ayudar. Hay un montón de ONG’s maravillosas que trabajan para ayudar a los refugiados” y procede a detallar como podemos hacerlo.

En otro Blog leo, con un nudo en la garganta, las historias de las personas que reciben a los refugiados en Ámsterdam,  Grecia, Croacia.

“Estamos aquí cada noche para recibir a los refugiados que llegan en tren.  Les damos comida, ropa y un lugar para dormir. Este es su destino final por lo que puede ser muy emocional para ellos”. Dice el padre de una familia en Ámsterdam.

“¿Qué es lo más importante que tu padre te enseñó?” '' Que a  pesar de que aún somos jóvenes somos capaces de hacer la diferencia y ayudar a otras personas que lo necesitan. '' Joaquín y sus hijos Kyra y Toby son voluntarios que acogen a los refugiados que llegan a la estación central. Ellos les ofrecen alimentos o ropa y luego guiarlos a su próximo destino.

'' La mayoría de los refugiados aquí no poseen un abrigo de invierno. La idea de que la gente sufre por las condiciones del tiempo me mantuvo despierta por la noche. No podía dejar de pensar en este grupo de refugiados de  Eritrea que no tenían abrigos de invierno. Me preocupaba por todos los otros miles de personas y niños. Ninguno de ellos están preparados para el frío extremo de Holanda”, cuenta Judith a la que llaman “la loca de los abrigos”.

Este testimonio anónimo me conmueve profundamente: "Yo trabajaba como ingeniero civil en Nepal. Un día me di cuenta de que mis habilidades podrían tener un mejor uso. Ahora estoy trabajando en la construcción de los campamentos de refugiados. Las prioridades: la vivienda, la salud, los alimentos, el agua y el acceso inodoro. Lo que sigue es respetar la dignidad de los refugiados.”

En su testimonio Muhammad, comenta también: “Cuando llegó la noche, un hombre nos llevó en su carro a su casa y nos dejaron pasar allí por una semana. Él nos compró ropa nueva, nos alimentó cada noche. Él me dijo: 'No te avergüences. También he vivido una guerra. Ahora son mi familia y esta es su casa también”

Gracias a las redes sociales, a las personas que hacen posible esas publicaciones, es que  podemos acercarnos como humanidad para borrar fronteras -ésas que se empeñan en imponernos- y dejar lugar a la caridad y el amor.

La definición de humanidad también señala todos aquellos rasgos que son moralmente positivos, como la benevolencia, el altruismo, la condescendencia. Así,  se puede inferir que la humanidad tiene que ver con la integridad de uno mismo y con reconocerse honestamente como un ser perfectible.


Así que hago mi donativo tanto a Médicos sin Fronteras como a las ONGs para los refugiados. Mi donativo quizá no sea mucho pero para alguno de ellos puede ser la diferencia entre tener o no comida y donde dormir ese día.  Pero en  mi humanidad me quedo con unas ganas inmensas de dejar todo, atravesar el mundo e ir a ayudar.


(*) Alida Madero, es Ingeniero en Industrias alimenticias egresada de la Universidad de Monterrey (UDEM). Tiene diplomados en Logoterapia y Desarrollo Humano. Actualmente coordina el programa Foccus Prematrimonial en la Arquidiócesis de Monterrey, el cual  trabaja con las parejas que están comprometidas para contraer matrimonio. Contáctame en foccusmonterrey@gmail.com

jueves, 15 de octubre de 2015

Choque de canicas

Por: Alida Maria Madero
Cada uno de estos encuentros nos ha llevado a cambiar nuestra trayectoria...

Cuando dos canicas chocan, cada una ejerce una fuerza sobre la  otra. Según la tercera Ley de Newton, durante este proceso las dos canicas se ven afectadas, por lo tanto, su estado de movimiento también es afectado. Así como en el juego de las canicas, que cuando chocan cambian su trayectoria, hay personas que entran en tu vida y,  ambos cambian; pero para ti es tan intenso que hay un antes y un después.
Me refiero a cambio de trayectoria positiva. No aquellas que dejan heridas y cicatrices, aunque de esas también aprendemos; sino aquellas que te hacen cuestionarte, que te llevan a un gran aprendizaje y por lo tanto a un cambio. Son las personas que logran darle sentido a algo que te inquietaba, incluso lo que quizá en ese momento no era importante hasta que las conoces.
Son esas personas que te ofrecen otra visión de tu mundo; que de alguna manera influyen en  tus planes, tu perspectiva,  te llevan a cuestionarte tu pasado, tu presente y tu futuro.  Te impulsan a soñar, a crear, a vivir.
Ese maestro(a) que te empuja a sacar talentos que no sabías que tenías, a dar ese extra de ti mismo, ese esforzarte un poco más. Por ejemplo, mi maestro de matemáticas en secundaria fue realmente inspirador en mi vocación como ingeniero. El jefe, que con su dirección y visión te llevan a realizar proyectos y conseguir metas que creías imposibles.
Hace algunos años se presentó en la oficina un consultor y ofreció asesoría gratis para nuestra empresa familiar. La acepte y su presencia me llevo a profundizar en cuales eran mis sueños y en la posibilidad de lograr éxitos tanto a nivel profesional como empresa, sacudió todas mis seguridades. Para bien.
Y también ese gran amor que logra que creas en ti; que al verte a través de su mirada descubres el maravilloso ser humano que eres y te hace resplandecer.
O ese amigo o amiga que por casualidad, o tal vez de manera intencionada, te abre los ojos, te hace ver lo que duele, lo que puede llegar a doler y lo que tiene un significado maravilloso,  aunque ponga tu vida patas arriba y eso te incomode.
Cada uno de estos encuentros nos ha llevado a cambiar nuestra trayectoria. Son como si nos pulieran por dentro y después brillara más nuestro ser.
Son esas canicas que fueron quizá como agüita transparente y sin adornos; bolón grande de tamaño y sabiduría; un tirito, que parece opaca por fuera, pero tiene un tesoro escondido dentro o un trébol transparente con pinceladas de colores en su interior. Tocaron tu vida y la cambiaron, dejando una huella imborrable en tu corazón.
¿Cuales son querido lector esas canicas que a través de tu vida al chocar contigo te han dado un nuevo rumbo, ideales, fuerza, luz, energía, impulso, esperanza? Alguna de ellas ya no están contigo pero nunca podrás olvidarlas. Y las que siguen a tu lado agradecerles por ese  chitar en tu vida.

sábado, 3 de octubre de 2015

Actitudes que se aprenden en familia

Por Fernando Gonzalez Rocha y Patricia Zambrano
“Usted no tiene la culpa de la cara que tiene, pero si del gesto que pone”. Esta frase la escuchamos en una conferencia. Efectivamente, no es lo que sucede lo que nos afecta, sino como reaccionamos a lo que nos sucede; todo es cuestión de actitud.
El diccionario define la actitud como “La forma de actuar de una persona, el comportamiento que emplea un individuo para hacer las cosas”
Las actitudes pueden abrir o cerrar puertas  ¿Sabías que, por lo general, en una empresa te contratan por lo que sabes y te despiden por tu actitud? Pero desgraciadamente tenemos poco espacio para reflexionar acerca de ellas, en la escuela aprendemos otro tipo de habilidades y competencias pero esta parte humana queda escondida a nuestra mirada, es más fácil que los demás identifiquen nuestra actitud pues la instalamos desde niños. Ésta depende del enfoque familiar, ¿A qué se prestaba más atención en tu casa?: ¿A los problemas?, ¿A la queja?, ¿A lo que nos falta? o ¿En aquello que sí tenemos y nos mueve al agradecimiento, a la solución?
El recurso más valioso es ser una persona que se lleva bien en cualquier grupo social. Ser aquella que es capaz de generar empatía e interacción. La que aporta, desde la confianza, la que responde con un sí, con una propuesta en lugar de una queja, la que se hace cargo, de lo que está en su control, con responsabilidad y amabilidad.
La actitud adecuada es parte de la inteligencia emocional. Es una habilidad que todos podemos desarrollar, pues depende completamente de nosotros cuando de manera consciente la procuramos. No nos escudemos por el tipo de infancia o familia en la que crecimos, ahora cada uno tiene el poder de elegir la actitud con que desea enfrentar la vida.  A nadie le gusta estar con gente que solo se queja y habla de desgracias y problemas. Ese tipo de conversación hace que nos alejemos. En cambio las personalidades más atrayentes son las positivas que ven en cada problema una oportunidad y encuentran la alegría del agradecimiento en cada nuevo día.
La vida es 10% situaciones y 90% de actitud frente a ellas, el desenlace depende de nuestra actitud. Todos tenemos problemas pero, ante los mismos problemas, algunos se dejan caer, se deprimen y otros los ven como una oportunidad de desarrollo y crecimiento.
¿Tienes una actitud positiva, responsable y confiada en tus fortalezas?  Entonces eres una persona que lleva bendición a quien le rodea. Mucha gente va a preferir estar cerca de ti y compartir su vida contigo. Tendrás muchos amigos y serás atractivo a los demás.
Leímos acerca de un niño que nació sin brazos, John P. Foppe, autor del  libro ¿Cuál es tu excusa? John nos cuenta: “Mi lema en la vida es: Ser antes de hacer, hacer antes de tener”. La gente suele decirse “¡no tengo dinero!” o “¡no tengo tiempo!”, y de eso deduce “¡no puedo hacer nada!”. Por lo tanto “¡no soy nada!”. ¡Qué error tan grande!, es justo al revés.
Convéncete de esto: ¡Tú eres! Y con ese motor interno, el resto va viniendo. Pero cuesta “Ser”, porque todos tendemos a ser discapacitados emocionales cuando nos decimos: “no puedo”, “es imposible”, “no hay nada que hacer”, y, convencidos de que tenemos razón, nos acomodamos a  en esa idea.
¡Elige Ser! Ten una visión y conviértete en tu propia visión.¿Cuál es tu excusa para no hacerlo, dinos? Pregúntatelo, si otro puede, tú también puedes Ser.
Fracasar consiste en no intentar demoler barreras. Así que, en vez de repetirte “¡no merece la pena intentarlo!”, repítete siempre “¡vale la pena intentarlo!”.
Sean cuales sean tus circunstancias, tus límites físicos o materiales, aunque pueda parecerte que no, ¡siempre hay una alternativa! Porque tú puedes elegir tu manera de ver el mundo. Es decir, puedes elegir el mundo que deseas. ¡Crea una realidad nueva!
El ser humano está en continuo desarrollo hasta el día de su muerte. Si estás vivo, todavía puedes lograr  ser tu mejor versión, conseguir tu mejor desempeño,  lograr más de lo que ya has logrado. Si eres alumno apenas vas a dar tu mejor clase, si eres empresario vas a hacer tu mejor trato, si eres deportista  vas a lograr tu mejor marca.
Es hora de que elijas crecer pues del tamaño de tu altitud es tu actitud. A mejor  desarrollo, mayores recursos internos, mejor actitud frente a la vida. Generas más posibilidades, tienes una esperanza mayor de hacer bien las cosas, mayor esperanza y  mejor visión.
Deja las actitudes del pasado en el ayer, ellas te impiden avanzar, hoy es un nuevo día. Decídete y  cambia tu postura, sonríe frente a la vida que te da una nueva oportunidad, cuenta tus recursos, deja los pensamientos negativos acerca de ti mismo, ten confianza en ti, agradece y vive con la actitud positiva que todos deseamos y tanto necesitamos a nuestro alrededor.
Tú  tienes el talento que hace falta para lograrlo. Puedes  mostrar tus emociones y hacer que las cosas sucedan, enamorarte de alguien, abrazar a tus padres, a tus hijos, luchar por tus sueños, tus metas, quita tu atención a los problemas y enfócate en cómo puedes actuar para lograr lo que te propones. Esfuérzate no te des por vencido. Toda dificultad es una oportunidad, depende de donde pongas tu atención, de la actitud con que la enfrentes.
¿Qué puedes hacer para mejorar tu actitud? ¿Qué  tienes que decirte cada día al despertar? ¿Qué creencias no te ayudan a crecer y tienes que desechar? ¿Qué amistades te ayudan a crecer y quieres conservar?  ¿Qué no has hecho que de hacerlo cambiaría tu actitud hacia la vida?

Publicado el 1 de octubre de 2015 en
http://www.sexenio.com.mx/columna.php?id=9719

martes, 15 de septiembre de 2015

Entre el ratón y el león: asertividad

Por: Martha Salim Naime


Ser asertivo es alinear la cabeza con el corazón; pensar y sentir en la misma dirección. La asertividad implica proteger y defender los derechos propios sin violar los de los demás, y poder manifestar sentimientos y creencias sin sentirse culpable.

Lograr decir lo que queremos, sin subordinarnos a los deseos de los demás, requiere una práctica constante. Por lo tanto casi todos podemos ser asertivos en ciertas situaciones y no serlo en absoluto en otras.

La asertividad fue definida por Wolpe (1958) como “la expresión de los derechos y sentimientos personales”. Se le considera una conducta y no un rasgo de la personalidad. Existen dos aspectos de la misma: el positivo y el negativo.

Aserción positiva:
  •  Ofrecer y aceptar halagos: “me gusta cómo te ves con ese traje”, “gracias, a mí también me gusta”.
  •  Reconocer con honestidad el desempeño de los demás: “Te felicito, has terminado tu tarea antes de tiempo”.
  • Expresar el afecto positivo: “te quiero”, “te extraño”.

Aserción negativa:
  • Decir que no: “no se me antoja ir a ese lugar”; “no tengo ganas de ir al cine”.
  • Hablar de sentimientos negativos: “Me duele cada vez que llegas tarde”.
  • Aceptar críticas: “Lo siento, no sabía que te molestaba esa actitud, trataré de evitarlo en el futuro.

Ser asertivo consiste en saber pedir y saber negarse y en negociar para llegar a acuerdos; respetando los derechos de los demás y los de uno mismo. Neidharet, Weinstein y Conry (1989) señalan que mediante esta habilidad, se expresan ideas o reclamos con cortesía y se escuchan con respeto los reclamos o ideas que manifiestan las demás personas.

La asertividad en los niños es natural, tanto que a veces parece brutal, como cuando te dicen “ya no te quiero”. Los padres consideramos esos comentarios como incorrectos, inoportunos e inconvenientes y reprimimos esas conductas. Enseñamos a los niños a ser “no asertivos”.
Los adultos no siempre nos atrevemos a expresar lo que sentimos o deseamos y ese miedo nos lleva a emplear estilos pasivos o agresivos.

Conducta pasiva (tipo ratón):

Se anteponen los derechos de los demás sobre los propios.  Tanto en el lenguaje verbal como en el corporal se expresa con voz vacilante y mirada baja: “yo digo que no conviene, pero como tú quieras”. La persona pasiva desarrolla sentimientos de culpa por sentirse manipulada y su autoestima se deteriora continuamente.

Con la conducta pasiva se busca evitar enfrentamientos y con el tiempo sobreviene una autoevaluación negativa. Los sentimientos de tristeza, impotencia y desconfianza y la sensación de ser incomprendido y manipulado, generan la sensación de rabia hacia sí mismo y hacia los demás.  “¿Por qué soy así?, ¿por qué dije que si cuidaba a los niños si yo quería ir al cine? ¡Ahhhhhh!!”

Conducta agresiva (tipo león):

Se llega al extremo contrario: se anteponen los derechos propios de una manera que ofende, manipula y lastima. El mensaje llega usando la degradación, la humillación y la dominación.
La persona de conducta agresiva siente satisfacción por haber logrado lo que quería, sin embargo, a largo plazo experimenta sensaciones de culpa, remordimiento y frustración. Se genera tensión en las relaciones cercanas y se pierden algunas que han sido importantes.

Preparación para el diálogo asertivo

Desarrollar la habilidad de la asertividad puede producir ansiedad porque se reciben críticas, agresiones y se es tachado de egoísta; sobre todo, si la otra persona usa un estilo agresivo. A largo plazo, la persona que trabaja en ser asertiva se siente más  a gusto consigo misma y eleva su autoestima por actuar en base a sus valores y creencias.

Es necesario tener claros los objetivos que se pretenden lograr, evitar prejuzgar al otro, planear la oportunidad de negociar y recordar dejar la puerta abierta para una segunda oportunidad, en caso de no llegar a un acuerdo.

La persona asertiva no somete ni se deja someter; no busca agradar para ser aceptada. Muestra respeto por los demás y logra ser respetada. Se expresa con claridad: dice las cosas de una manera firme y directa y no pierde el control, como lo afirma Fensterheim (1990). Protege sus derechos y no lesiona los de los demás. Busca alcanzar sus metas sin ofender y logra acuerdos.

Huir, luchar o razonar: ser pasivo, agresivo o asertivo; la decisión está en ti. Es un esfuerzo que toma tiempo pero vale la pena. ¡Tú decides!



Publicado en Sexenio Nuevo Leon el 15 de sept de 2015
http://www.sexenio.com.mx/columna.php?id=9674

lunes, 31 de agosto de 2015

Sentimientos virtuales

Por Avelina Jiménez

Existen videos en las redes sociales tan bien realizados que logran sensibilizar a cualquier persona. El abrazo entre un padre y una hija mientras ríen juntos; la ayuda de un joven a un anciano para cruzar la calle; la secuencia fotográfica de una pareja que van a ser padres y que concluye con la foto de su bebé en brazos son sólo ejemplos de temáticas emotivas, que, a pesar de ser virtuales, han tocado el corazón de miles de personas.

En el diccionario, la palabra virtual significa que no es real. Lo primero que se asoció con este adjetivo fueron los juegos de video, en donde quienes lo utilizaban, podrían invertir horas tratando de pasar diferentes mundos con la intención de salvar a una princesa o ganar una carrera; sin embargo, en la actualidad la palabra virtual ha adquirido tal fortaleza que incluso la mayoría de las universidades más prestigiadas del mundo ofrecen cursos con esta modalidad.

La educación y el turismo son las dos áreas por excelencia que han explotado el uso de lo virtual y los famosos mapas en papel han quedado casi obsoletos, basta con colocar la dirección de un sitio de interés y de inmediato el celular te ofrecerá la mejor ruta para llegar. Los croquis cada vez son cosa del pasado y ahora el mandar la ubicación provoca aún más tranquilidad que una brújula en el ayer.

La definición de que lo virtual es algo irreal parece ser cada vez más obsoleta. La misma tecnología intenta convencernos de esto. Los famosos memes, que son ideas que se transmiten rápidamente a través del internet y que son representadas de manera gráfica, parecen ser cada vez más reales y en más de una ocasión he soltado una carcajada al ver un meme y, aun sabiendo que no es real, mi respuesta de quererlo compartir a mis grupos de amigos en línea es casi inmediata.

También he llorado con algunos videos que he visto publicados en las redes sociales. La música, las imágenes, el mensaje, todo parece estar tan bien realizado que verdaderamente al verlo despierta en mí un abanico de emociones. Y no soy la única. Videos del cuidado del medio ambiente, educación especial, la protección de animales e incluso, videos de espiritualidad publicados en las redes sociales, son mil veces compartidos al día, llegando a los ojos y al corazón de miles de personas en todo el mundo.

¿Las imágenes publicadas en redes sociales pueden involucrar emociones tan fuertes en el espectador? Sí, por qué no hacerlo, si la vida de las personas es una maravillosa película, que en lugar de verla proyectada en 2 horas en una sala de cine, la vemos proyectada día con día a través de las redes sociales.

La vida hoy se vive online: cómo me siento, dónde estoy, con quién estoy y qué estoy haciendo.  Mientras antes nuestros recuerdos los teníamos en papel, hoy todo cabe en un par de carpetas virtuales, aun sabiendo que nuestra mente y corazón tengan un almacenaje infinito.



Lo virtual depende de lo presencial.  Así como hay muchas parejas que conocen el amor en línea, no es sino hasta que se conocen personalmente cuando pueden estar más seguros de su amor. Los sentimientos virtuales sólo se conservarán en el tiempo mientras se sigan viviendo y experimentando en el día a día: un beso, un abrazo, una sorpresa, una oración; sólo en la medida en que se mantengan esas experiencias reales, en vivo y a todo color, se podrá entender la emoción de un mundo virtual.


Publicado el 31 de agosto de 2015 en:

sábado, 22 de agosto de 2015

Herencia

Por: Alida Maria Madero
“Los abuelos son la memoria de una familia, la memoria del país,  la memoria de la fe, porque son ellos los que nos la dan a nosotros
S.S. Francisco

Este mes de agosto se cumplen 70 años del lanzamiento de las bombas nucleares Little boy y Fat man sobre las ciudades japonesas de  Hiroshima y Nagasaki. Han sido los únicos y ojalá los últimos ataques nucleares lanzados contra la población civil en la historia de la humanidad; los cuales tuvieron un costo altísimo y cuyas dimensiones no podían siquiera imaginarse.
 Más de 250 mil personas murieron, envenenamiento por radiación, leucemia, cáncer en amplias zonas geográficas de Japón. Esa gigantesca bola de fuego y la nube de hongo son imágenes gráficas de la historia de un auténtico horror de lo que podemos lograr y al mismo tiempo evitar los seres humanos.
 En agosto se celebra también el mes del adulto mayor. Personas que tienen esos mismos 70 años o más. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en México hay diez millones de personas adultas mayores, donde seis millones de hogares tienen un adulto mayor como jefe de familia, casi tres millones de hogares están compuestos por el adulto mayor jefe y sus hijos y un millón de hogares están habitados por adultos mayores solos.
 Son esa gran generación que ha vivido algunos de los eventos más traumáticos de la historia. La segunda guerra mundial que termino en la derrota del imperio japonés por las bombas nucleares, el holocausto, incluso el exilio. Seis años y sesenta millones de personas desvanecidas de la existencia. Inexplicable violencia.
 Mi papá tendría cinco años,  mis abuelos entre veintiséis y treinta seis,  los tuyos ¿qué edad tenían?; ¿cómo fue vivir esos años, que pensaron ante el horror de la guerra, que platicaban con los amigos, que se escuchaba en la radio y se veía en esa naciente televisión? 
 En estos tiempos que vivimos en los que apenas tenemos tiempo para leer los 140 caracteres del Twitter, donde es más importante conectarte a las redes sociales que sentarte a conversar. ¿Visitar o llamar al abuelo por teléfono? No, no tengo tiempo. Mejor que ellos aprendan a usar el email, el whatsapp de su celular, si es que quieren estar en contacto con nosotros.
 No solemos dirigirnos a nuestros mayores para pedirles consejo y mucho menos escucharlos, tendemos más a buscar información en la red, en video escuchando a los oradores modernos. Triste pero real. 
 Una herencia está compuesta no únicamente por lo material, sino también por lo intangible. Podemos aprender gran cantidad de lecciones de nuestros mayores, debemos aprovecharlos para que nos narren capítulos de su vida y lo que aprendieron. ¿Cuál es ese aprendizaje? 
 Pronto nosotros seremos esa generación de la tercera edad. ¿Qué le contaremos a nuestros nietos? también ahora vivimos, guerras, exilio, persecución, hambre, armas, genocidio, pobreza. 
 Conocer nuestro pasado nos ayuda a saber quiénes somos, reflexionar  acerca de nuestro e presente nos ayuda fundamentalmente a transformar nuestro futuro. Pronto viviremos un punto de inflexión en la historia de la humanidad que sólo puede desembocar en dos escenarios posibles: la catástrofe o la superación.
 Hace unos días el Papa Francisco en un encuentro con jóvenes en el Aula Pablo VI,  ¿Ustedes hablan con sus abuelos?”, preguntó. “Ustedes preguntan a sus abuelos: ‘abuelo, abuela, ¿cómo fue aquello?, ¿cómo se hace esto?, ¿qué hacías tú?”. 
“¡Háganlo, háganlo!”, pidió a los jóvenes. “Porque los abuelos son una fuente de sabiduría ya que tienen la memoria de la vida, la memoria de la fe, la memoria de las tensiones, la memoria de los conflictos. Y son estupendos”. 
“Los abuelos siempre sorprenden: saben escuchar, ¡tienen una paciencia No olviden a los abuelos, ¿entendido?”.


Publicado el 14 de agosto de 2015 en:

jueves, 23 de julio de 2015

La alimentación como refugio emocional

Por Avelina Jiménez Lozano
                                                                                              “Cuando estoy ansiosa, como;                         cuando estoy triste, como; cuando me enojo, como; cuando estoy contenta, como”. 
                                                                                                                                 Anónimo

Monterrey, México. Entre mis amigas, hablar de dietas, los kilos que han rebajado o subido y el silencio al interrumpir la conversación para ordenar comida a domicilio hacen una catarsis pura, donde cada una compartimos teléfonos de doctores, remedios caseros y demás menjurjes para tener nuevamente el cuerpo que teníamos hace quince años.
La sana alimentación es hoy una preocupación a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mostrado su interés por evitar la obesidad de niños y adultos. Anteriormente, el control de peso era un tema exclusivo para nutriólogos, sin embargo, cada vez es más común que sean ellos quienes inviten al paciente a llevar al mismo tiempo asesoría psicológica y terapéutica, que ayude a detectar la causa emocional de la ingesta de alimentos sin medida.
En una entrevista realizada a la doctora Sarith Ileana Jalil Pérez, psiquiatra y especialista en el trabajo multidisciplinario de obesidad, me explicó que las personas con obesidad saben qué alimentos deben de comer y cuáles evitar. Sin embargo, no saben cómo hacer cambios en su comportamiento alimentario ni como mantenerlos en el tiempo, cómo luchar permanentemente contra las sensaciones de hambre o contra las tentaciones que se presentan en el día a día.
Es cuestión cultural e incluso familiar, relacionar la comida con la felicidad. Y cómo no hacerlo si comer lleva al organismo a un estado de placer. Lo interesante se torna cuando el organismo busca la comida como sustito o prolongación de una emoción.  ¿Pero cómo saber si uno come por hambre o por emoción? Es necesario analizar lo que para mí significa comer: mi anestesia emocional, mi fiel compañera o mi premio del día, lo significativo es dar a la comida su real significado. La doctora Jalil menciona, “lo importante es comenzar a ver la comida como lo que es, comida”.
La problemática de comer sin medida se afronta mejor en equipo, de ahí la importancia de que la familia esté al pendiente de la situación y entre todos ayudar, sin presionar, al miembro que más esté batallando. Los famosos atracones (ingerir alimentos de manera desordenada), pueden ser una señal de trastorno alimentario que se presenta principalmente dentro del hogar y que requiere de atención especializada para controlarla.
Dejar de comer y decir “ya no, gracias”, son sólo algunas estrategias personales de afrontamiento que ayudan a marcar límites entre la comida y quien la come.  Dejar de esperar el año nuevo y los lunes para iniciar un plan alimentario saludable serían los dos principales obstáculos de tiempo a vencer. No se trata sólo de quitar kilos, la meta es aún mayor: cambiar mi estilo de vida y conservarlo a muy largo plazo.
(*) Avelina Jiménez Lozano, es Psicóloga con Maestría en Educación por la Universidad de Monterrey. Experta en temas de familia y pareja. Cuenta con la certificación para ser facilitadora de la herramienta pre-matrimonial FOCCUS. Ha participado en programas de desarrollo humano e inteligencia emocional en México y España. Actualmente es docente de asignatura en la carrera de Licenciado en Psicopedagogía, titular del curso Formación en el Amor y coordinadora de formación en la Universidad de Monterrey.
Contáctala en jimlav15@hotmail.com

Publicado el 23 de julio de 2015 en:

sábado, 11 de julio de 2015

Aprender Intensa-mente

Por: Alida Maria Madero Fernández

No olvidemos que las pequeñas emociones son los capitanes de nuestras vidas y las obedecemos sin siquiera darnos cuenta.
—Vincent Van Gogh.
Monterrey. México. Hace unos días fui a  ver con mi hija la película de Disney-Pixar “Intensa-mente”, la cual trata magistralmente “sobre el papel de las emociones en nuestras vidas y cómo nos conectan a los demás'', como  lo dijo el director de la película, Pete Docter.
La película tiene como protagonista a Riley, una niña de once años y las cinco emociones que libran batallas en su mente, lideradas por la enérgica y optimista alegría; a la que acompañan la tristeza, el miedo, el desagrado y la furia. Las cinco emociones residen en el cuarto de control, el epicentro de la mente de Riley, desde donde le ayudan a manejar su estado de ánimo y  navegar cada nuevo día.
En el desarrollo también te muestran a esas cinco emociones interactuando en la mente de los demás personajes de la película.  En la mamá de Riley la líder es la tristeza, en el papá el enojo o la furia, etc.
Por lo que regresando a casa me pregunta mi hija: —Mamá, ¿cuál es tu emoción dominante?, ¡la mía es la alegría!—exclama—. Estoy de acuerdo con ella, la alegría es la emoción que predomina en su mente o cuarto de control. ¿La mía? Después de reflexionar me doy cuenta sorprendida que es el temor. —¿Porque crees que el temor, mamá?—  Pues porque soy cautelosa, evaluó el riesgo de cada decisión y no me lanzo a lo loco.
En la película, el trabajo principal de temor es proteger a Riley y mantenerla a salvo. Él está constantemente en la búsqueda y evaluación de posibles desastres,  peligros, dificultades y riesgos involucrados en las actividades diarias. Sigo sorprendida de que esa sea esa mi emoción dominante, pero es así.  La de otras personas puede ser la alegría, el desagrado, la tristeza e incluso la ira.
Pero —respondo con alegría—  también me doy cuenta que he aprendido a manejar esa emoción, es un aprendizaje reciente. El miedo ya no me paraliza al viajar sola, tampoco temo pararme frente a una audiencia a dar una charla o un curso, y aprendí a no huir de las cucarachas (aunque sigo siendo cautelosa). Me hubiera gustado aprenderlo antes. Identificar lo que siento, que me lo provoca y sobretodo poderlo externar. La interacción con los que me rodean hubiera sido más fácil, sin malos entendidos.
En las cosas que vivimos cada día, cada acontecimiento o circunstancia, cada uno de nosotros experimenta en el interior de su mente una batalla de emociones. Somos seres que estamos en cierta forma condicionados por ellas, pero  si aprendemos a reconocerlas en vez de reprimirlas,  seremos capaces de que esas emociones nos beneficien, y como dice Peter Docter: que nos conecten con los demás. Identificar tus emociones y aceptarlas como parte de tu vida te hace crecer como ser humano y conocerte. Nos ayudan a relacionarnos y adaptarnos al mundo que nos rodea.
El miedo o temor, la tristeza, la ira, el desagrado no son emociones negativas,  debemos aprender  a darles permiso de ser y hacer lo que a su naturaleza corresponde, cederles el tablero de control; esa es la lección en esta película.
Dejar ser a la tristeza, es bueno a veces estar triste. Para esto primero debemos admitir y reconocer que eso es lo que sentimos. Los simpáticos personajes que desarrollaron los creadores del film nos dan una buena guía. ¿Cuál de ellos tiene el tablero de control en sus manos en esta etapa de tu vida?

(*) Alida Madero, es Ingeniero en Industrias alimenticias egresada de la Universidad de Monterrey (UDEM). Tiene diplomados en Logoterapia y Desarrollo Humano. Actualmente coordina el programa Foccus Prematrimonial en la Arquidiócesis de Monterrey, el cual  trabaja con las parejas que están comprometidas para contraer matrimonio. Contáctame en foccusmonterrey@gmail.com

Publicado el 10 de julio de 2015 en

miércoles, 1 de julio de 2015

Leer con los cinco sentidos

Por: Martha Salim Naime

                    Amar la lectura es intercambiar horas                 de hastío por horas de inefable y deliciosa compañía.
John F. Kennedy

Leer es mucho más que  agrupar letras y palabras para darles un significado. Leer es abrir los sentidos a nuevas experiencias. Es viajar y conocer, es ser diferentes personas en otros tiempos y espacios, es ser autónomo y libre. Leer, como lo haces en este momento, es transportarse  a un viaje sensorial que nos lleva a recordar las muchas o pocas lecturas en nuestra vida.
Recuerdo con cariño y agradecimiento el primer libro que leí: Heidi de Johanna Spiry;  fue un regalo al terminar la primaria. Las pocas ilustraciones que contenía me ayudaron a construir en mi imaginación el escenario completo: al abuelo ermitaño en la cabaña, la montaña, las cabras y a Pedro. Mi mayor descubrimiento fue darme cuenta de que podía ser capaz de oler, sentir, ver y escuchar; incluso saborear, en mi imaginación, el queso que elaboraban con la leche ordeñada.
En nuestro país casi el 90 por ciento de los mexicanos sabe leer y escribir, sin embargo, el 69 por ciento asegura que no tiene tiempo para leer y el 31 que no le gusta. Los datos obtenidos de la Encuesta Nacional de Lectura realizada por la Fundación Mexicana para el fomento de la Lectura, A.C. revelan también que sólo el seis por ciento de la población mayor de doce años lee un promedio de cuatro libros por semestre.
Si tú —amable lector—  y yo, no  leemos al menos ocho libros al año, no alcanzamos a formar parte de ese reducido porcentaje; quizá sólo seamos de esos cuatro de cada 10 mexicanos que ha pisado una librería en su vida; resultado obtenido de un estudio impulsado por la Casa del Libro México.
¿Qué motiva a una persona a leer? En mi caso fue el aburrimiento de las vacaciones escolares el que me movió a quitarle el celofán al libro, que tenía ya varios días sobre el buró al lado de mi cama. No me había atrevido a abrirlo. 

No recuerdo cuánto tiempo tardé en leerlo, pero al finalizar las vacaciones ya había leído también Mujercitas  de Louise May Alcott. La edición que conseguí no tenía ilustraciones, así que, la imagen de la portada fue el único ladrillo con el que construí el resto del escenario y  los personajes.  Descubrí que mi imaginación no tenía límites, que era capaz de recrear los espacios y colocar ahí  las escenas.
Después de eso, ya no dependí de una motivación externa para leer. Al hacerlo con mayor frecuencia, la construcción de imágenes fue más ágil y creativa. Mi vocabulario se multiplicó y mi ortografía mejoró considerablemente. Esta riqueza hizo nacer y mantener vivo, en mi ánimo y en mi mente, el gusto por la lectura.
Si bien, el primer paso es aprender a leer, el siguiente es: aprender leyendo. La lectura abre la puerta principal del conocimiento,  la imaginación y  la reflexión.  Se fomenta la creatividad literaria, se enriquecen las formas de expresión y se tienen temas de conversación atractivos e interesantes.
El medio para la lectura es la visión y éste sentido externo puede activar a los demás. Sofía Segovia, autora de El murmullo de las abejas afirma que el escritor solo brinda una parte de la experiencia al escribir una novela. El lector aporta el resto cuando al leer, crea imágenes y evoca con sus cinco sentidos: aromas, sonidos, sabores y texturas.
Después de ser reconocida como el “Descubrimiento literario del año” (2015), durante una entrevista radiofónica, la conductora le pregunta a la escritora regiomontana: ¿de dónde saliste Sofría? Con sencillez y convicción, la entrevistada responde: “Salí de la lectura de toda la vida; de la lectura muy amplia y muy vasta que he hecho toda la vida”.
El gusto por leer puede iniciar por la motivación de padres, docentes o amigos. Puede ser movida por el aburrimiento —como en mi caso— la curiosidad o el deseo de escapar de realidades en las que nos sentimos atrapados. La lectura nos regala ese espacio —único y personal— en el que sólo entran el lector y su obra elegida y recorren un camino de la mano y con los cinco sentidos.
¿Cuántos libros has leído este año?, ¿Tienes un libro favorito?, ¿Quieres leer algo bueno y no sabes cuál comprar? Te recomiendo el citado en este artículo: “El murmullo de las abejas” de Sofría Segovia y descubre hasta donde llega una persona en su pasión por la lectura.


(*) Martha Salim Naime. Es Administrador de Empresas con Maestría en Ciencias del Matrimonio y la Familia y diplomado en Tanatología por el Instituto Superior de Estudios para la Familia (Juan Pablo II). Experta en temas de familia y pareja. Cuenta con la certificación para ser facilitadora de la herramienta pre-matrimonial FOCCUS. Actualmente se desempeña como Gestor de redes sociales.

Publicado el 1 de julio de 2015 en: