miércoles, 31 de diciembre de 2014

El Cuarto Mandamiento

Por: Avelina Jiménez Lozano


La verdadera alegría viene de la armonía profunda entre las personas,  que nos hace sentir la belleza de estar juntos y sostenernos mutuamente en el camino de la vida”

—Papa Francisco

Monterrey, México. El dibujo infantil que más ha sufrido transformaciones en los últimos años es el de la familia. Los niños siguen trazando las mismas líneas en una casa, un sol o un árbol, pero al indicarles que dibujen a su familia, ellos agregan nuevos integrantes que antes difícilmente se encontraban o borran la presencia de otros.
Mamás que trabajan, padres que realizan labores domésticas y niños que “saltan” los fines de semana de casa de un padre a otro, parecieran ser situaciones sociales tan radicales que difícilmente entenderían nuestros antepasados.
Lo que sí no podrá cambiar en las familias son los elementos claves para poder conformarla: los padres y los hijos. Independientemente de las dificultades que pudieran tener los padres en su relación como pareja, el vínculo con un hijo siempre estará presente y si bien es cierto no debiera de existir una forma de deslindarse, el divorcio entre ellos es cada vez más común, pues muchos padres, incluso desde antes de su nacimiento, buscan cortar para siempre esa eterna unión con sus hijos.
La unión familiar es uno de los propósitos favoritos de año nuevo: visitar más a los padres, realizar una llamada telefónica a un tío lejano y jugar más con los hijos parecieran ser el “top ten” de la lista de objetivos a cumplir para el año que inicia y, sin necesidad de invertir grandes cantidades de dinero, la principal inversión para cumplirlos es mucho más costosa: el tiempo.
El doctor Luis Eugenio Espinosa, catedrático de la Universidad de Monterrey, dice que la sociedad necesita momentos de eternidad para ser feliz, aquellos que roban suspiros con el paso del tiempo.  ¿Puedes encontrar cuáles son esos momentos en tu vida? Un paisaje, un abrazo, una sonrisa, una mirada; todos provenientes de gente que amamos y aunque duren segundos, emocionalmente son eternos.
La familia provee constantemente de momentos de eternidad, curiosamente valorados hasta después de que alguno de sus integrantes ya no está con nosotros. El cuarto mandamiento habla sobre la familia y  la manera de mantenerla unida, nos exhorta a honrar a nuestros padres y a los padres honrar a sus hijos. Esa honra consiste en un combo de valores como el respeto, la coherencia, la paciencia, el compromiso, la disposición y el amor.
No permitamos que la unión familiar sea cosa del pasado, compartamos con nuestros hijos el valor que como equipo tiene la familia, el regalo de tener un hermano,  el pegamento emocional de compartir experiencias y el inagotable poder de verbalizar un te amo entre sus integrantes.
Que este año que comienza esté lleno de bendiciones, salud, amor y muchos momentos de eternidad, son los deseos del equipo de COSAS DE FAMILIA… ¡FELIZ AÑO 2015!


Publicado originalmente en Sexenio Nuevo Leon, el 31 de dic de 2014

(*) Avelina Jiménez Lozano, es Psicóloga con Maestría en Educación por la Universidad de Monterrey. Experta en temas de familia y pareja. Cuenta con la certificación para ser facilitadora de la herramienta pre-matrimonial FOCCUS. Ha participado en programas de desarrollo humano e inteligencia emocional en México y España. Actualmente es docente de asignatura en la carrera de Licenciado en Psicopedagogía, titular del curso Formación en el Amor y coordinadora de formación en la Universidad de Monterrey.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Gratitud

Por Alida Maria Madero

La gratitud da sentido a nuestro pasado,  trae paz al presente  y crea una visión para el mañana.
 -Autor desconocido
Monterrey, México. En estos días estoy realizando un ejercicio muy especial, agradecer por una cosa, cadauno de los 100 días antes de mi cumpleaños número 50. He tenido que planear cada uno de los agradecimientos, reflexionar recorriendo mi vida y ha sido una práctica maravillosa. Tengo tanto que agradecer, personas, momentos, errores, aciertos, decisiones y experiencias.
Gratitud. Esta emoción surge en respuesta al reconocimiento de un favor que se nos ha concedido. Es un sentimiento profundo, capaz de cambiar nuestra actitud, estado de ánimo y que ayuda a cambiar la manera de interpretar la realidad que nos rodea.
¿En qué consiste ser agradecido? Gracias es, definitivamente una palabra cortita, tiene solo siete letras, es fácil de pronunciar y probablemente fue una de las primeras palabras que te enseñaron de pequeño. Su significado es “reconocimiento de un favor en voz alta”. Agradecer seria entonces reconocer la actitud, conducta o acción de alguien que influye positivamente en nuestra vida.
Estamos por terminar este año y quiero invitarte a que realices este ejercicio: haz un recuento de las bendiciones que has recibido: estar vivo, sano, contar con el amor y la amistad de las personas que son importantes para ti.
Si recibiste buenas noticias de un ser querido, elogios por un trabajo bien desempeñado, disfrutaste tiempo con personas especiales para ti- tu esposa, esposo, hijos, amigos- aprendiste algo nuevo, un viaje, un sueño cumplido etc. Un sencillo gesto de cariño, una sonrisa inesperada o un instante de armonía.
Antes de realizar nuestra lista de deseos para el próximo año, detengámonos a agradecer el camino recorrido hasta hoy. Cuando somos agradecidos nuestras emociones son más positivas, nuestra energía es mucho mayor y la autoestima crece. Además, el agradecimiento tiene el poder de convertir las dificultades en oportunidades, los problemas en soluciones y las pérdidas en ganancias.
En mi ejercicio que se llama #100to50,  llevo pocos días pero ha resultado algo maravilloso para mi persona, mi actitud es alegre, segura y sonriente. Tengo 100 días para agradecer todo lo que me llevo hasta aquí, las personas que han tocado mi vida y son parte de lo que hoy soy.  Llego a los 50 años de vida y los viviré feliz y plena, con los ojos abiertos y el alma atenta.
Todos estamos hechos de estrellas y cada una de ellas es una persona o circunstancia que llego, toco, cambio, transformo y a veces salió de tu vida. Pero su brillo queda en ti y resplandeces si lo notas y agradeces.
Comprueba por ti mismo el poder de esta pequeña palabra: Gracias.

Publicado originalmente el 23 de dic de 2014 en; http://www.sexenio.com.mx/columna.php?id=8734

(*) Alida Madero, es Ingeniero en Industrias alimenticias egresada de la Universidad de Monterrey (UDEM). Tiene diplomados en Logoterapia y Desarrollo Humano. Actualmente coordina el programa Foccus Prematrimonial en la Arquidiócesis de Monterrey, el cual  trabaja con las parejas que están comprometidas para contraer matrimonio.  Contáctame en foccusmonterrey@gmail.com

La llave de la felicidad

Monterrey, México. Todos nos preguntamos continuamente cuando vemos personas felices ¿Qué tienen ellos que me falta a mí?, ¿por qué me siento infeliz, insatisfecho y con desánimo?
 Nuestro diálogo personal es algo como: Mi vida es una telenovela, solo a mí me pasan estas cosas, ¡tengo una suerte maldita!, ¡tú no has vivido lo que yo! Este es el estilo de nuestras conversaciones.
 ¿En dónde está tu atención con este diálogo?, ¡Claro, en  lo negativo de la vida! Nuestra energía fluye hacia donde está nuestra atención y todavía te preguntas: ¿por qué te sientes deprimido?
Somos el reflejo de nuestros pensamientos. Hace algunos años alguien me explicaba con una metáfora cómo funciona nuestro cuerpo. Me decía los pensamientos son como la locomotora de un tren, lo dirigen hacia un punto específico de acuerdo a lo que percibimos a través de nuestro sentidos.
Si el día está nublado, entra la interpretación: los días nublados, son tristes… como aquél día en que murió mi abuela… y arranca la locomotora llevando detrás los vagones del tren y trayendo pensamientos nostálgicos.
El primer vagón enganchado a los pensamientos son las emociones. Mis emociones dependerán de mis interpretaciones a los hechos que acontecen y, de acuerdo a esto, la amígdala, que es una pequeña glándula situada en el cerebro, es responsable de verter en el torrente sanguíneo sustancias que provocan en mí la emocionalidad para actuar de acuerdo a eso.
Esta glándula da la respuesta necesaria en esos momentos.  Si veo una calle oscura por donde debo caminar, mi interpretación me dice que puede haber peligro y este pensamiento ocasiona que mi amígdala vierta cortisol que servirá para alertar a la defensa o la huída, en caso de ser necesario.  Las emociones nos ayudan a dar respuesta inmediata a las órdenes que da el cerebro.
Por consiguiente el segundo vagón que es nuestro cuerpo reacciona al cambio bioquímico de nuestro torrente sanguíneo, provoca que luchemos y demos golpes o corramos lo más rápido posible.
La clave está en poner atención a nuestras interpretaciones de los hechos. ¿Existe otro significado a lo que percibo con mis sentidos? ¿Puedo elegir una interpretación que me sirva más en estos momentos? ¿Qué es lo positivo de esta situación? ¿Cómo puedo aprender de ella?
¡La llave de mi felicidad está en mis manos!
Yo elijo donde poner mi atención ¿deseo ser una persona centrada en lo bueno, en lo agradable y lo perfecto? Esto traerá a mi vida emociones de paz, alegría, estabilidad.
Escoge tus pensamientos que te llevarán a mejores emociones y a mejores acciones.
Toma el control de tu vida. Elige sabiamente como deseas vivir el 2015.

Publicado originalmente el 20 de dic de 2014 en http://www.sexenio.com.mx/columna.php?id=8731

(*) Fernando González Rocha y Patricia Zambrano Sánchez, tienen 31 años de matrimonio, son coaches de Vida de la International Coaching Community y Consultores Matrimoniales. Tienen más de 20 años de dar cursos, conferencias y diplomados. Actualmente coordinan el programa de Formación Prematrimonial para novios en San Pedro y parte de Monterrey.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Navidad, tradición que prevalece


                                                                                     Por:  Martha Salim Naime

            Ojalá pudiésemos meter el espíritu de Navidad en jarros y abrir un jarro cada mes del año.
Harlan Miller

Cada año, cuando sacamos las cajas con los adornos de navidad pensamos: “pero si parece que fue apenas ayer que guardé todo”, “¿Cómo es que el año se pasa tan rápido?” Consciente o inconscientemente, hacemos un recuento de los acontecimientos importantes en el año; la Navidad nos recuerda que un ciclo está por terminar; justo antes de que eso suceda, nuestro entorno se embellece y se ilumina. El frío invernal contrasta con la calidez de las luces que iluminan las casas, las calles, las plaza públicas y comerciales.
Ponemos manos a la obra y nos disponemos a vestir nuestra casa. Con mayor o menor condición física que el año pasado, ponemos el pino  ̶ natural o artificial ̶  con sus luces y esferas; nos trepamos en la escalera para colocar el adorno en la punta. Subimos y bajamos constantemente para seguir con el resto. La recreación del nacimiento va desde las cuatro piezas fundamentales: José, María, el Ángel y el niño Jesús, hasta infinidad de ellas, con pastores, borregos, portales y más, hasta llegar a formar un pueblito. El cansancio físico se ve compensado al terminar y contemplar hasta donde, con nuestra habilidad y recursos, fuimos capaces de llegar.
Visualmente la casa cambia, es otra, por modestos que sean los adornos  que pongamos. A mí me gusta contemplar el pino y el nacimiento. Me ponen en contacto con la naturaleza, me recuerdan lo grandioso de la creación y de cuantas cosas han sido puestas para embellecer el paisaje. Los atardeceres de invierno son diferentes.  Por momentos me asalta el pensamiento de que en enero todo eso desaparecerá y la casa se verá más vacía y fría que cualquier otro mes del año, pensamiento que descarto inmediatamente y sigo en la contemplación.
Las tradicionales posadas, independientemente de cómo se celebren,   son espacios de convivencia, de estrechar lazos de amistad, de ponernos en contacto con personas que poco vemos. Son oportunidades de desear bienestar, alegría y felicidad. Pero sobre todo, son motivos de reunión familiar, especialmente la Nochebuena y la Navidad. Los regalos  ̶ elaborados o comprados, sencillos o sofisticados ̶  son signos para hacernos presentes en los demás. Nuestra habilidad para relacionarnos con otros y nuestro presupuesto se multiplican para hacer rendir el tiempo y el dinero.
La temporada también invita a la reflexión, a estar en contacto con uno mismo;  a conocernos mejor. Las tarjetas, las frases, los cantos y villancicos, nos van conduciendo a hacer un alto en el camino, a valorar lo verdaderamente importante en la vida: el amor, la familia, la salud, la amistad y el trabajo.
Los buenos deseos se repiten por doquier y este espacio no podría ser la excepción: les deseamos que esta temporada de Navidad traiga, para ustedes y los suyos,  felicidad y armonía; que las Cosas de Familia sean lo más importante, que venga la tregua y reinen el perdón y la paz. ¡Feliz Navidad!

Publicado originalmente el 14 de dic de 2013 en http://www.sexenio.com.mx/columna.php?id=6616
(*) Martha Salim Naime. Es Administrador de Empresas con Maestría en Ciencias del Matrimonio y la Familia y diplomado en Tanatología por el Instituto Superior de Estudios para la Familia (Juan Pablo II). Experta en temas de familia y pareja. Cuenta con la certificación para ser facilitadora de la herramienta pre-matrimonial FOCCUS. Actualmente se desempeña como Gestor de redes sociales.

¿Qué vas a regalar esta Navidad?

por: Fernando y Paty González


La  Navidad es la ternura del pasado, el valor del presente y la esperanza del futuro. Es el deseo más sincero de que cada taza rebose con bendiciones ricas y eternas, y de que cada camino nos lleve a la paz”.    

Agnes M. Pharo                                                                                                                                                       
Nuestros recuerdos se construyen desde la niñez y todos vivimos con alegría la época navideña porque eran los días en que recibíamos más muestras de cariño, compartíamos nuestros sueños y recibíamos regalos. Tiempo de reunión, de reconciliación, de perdón y de unidad familiar.
Agnes Pharo habla de bendiciones. Bendecir es desear el bien. Si tu bendices a tus hijos, a tu conyugue, a tus amigos, estás generando un espíritu de que el bien ronde alrededor de toda la gente que amas. Para que una taza rebose, primero debe estar llena. Entonces para rebosar bendiciones debemos llenarnos del bien. Toma tu fuente del bien y llénate para que puedas rebosar bendiciones a los tuyos. 
Dice: Calvin Coolidge: “La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente. Valorar la paz y la generosidad y tener merced es comprender el verdadero significado de la Navidad”.
Sí, la Navidad es un estado mental que adoptamos los seres humanos para acercarnos unos a otros con mejores actitudes y sentimientos. No importan las circunstancias, los problemas, la realidad, todos podemos y queremos disfrutar de una hermosa época de amistad y de alegría.
Comparte Grace Noll Crowell: “Aunque se pierdan otras cosas a lo largo de los años, mantengamos la Navidad como algo brillante... Regresemos a nuestra fe infantil”.                                                            
Los adornos, las tarjetas, los mensajes, los memes del Facebook, la expresión oral de “Feliz Navidad” y la actitud de comprensión son cosas maravillosas, que aparecen en esta época, como una oportunidad para reflexionar y valorar cuán importante es vivir, tener salud, cantar, bailar y decirnos cosas bonitas.
El niño del anuncio de la camioneta diría: ¿Y los regalos apá? Sí, los regalos son parte también de la Navidad pero, ¿quién nos dijo que fueran tan importantes? Los regalos materiales son un complemento pero nunca deben ser la esencia de la Navidad. No te presiones por dar regalos caros y gastar lo que no tienes. La tarjeta de crédito no es alternativa porque es una deuda que nos compromete ingresos futuros. Disfruta la Navidad no la sufras.
Recordamos a uno de nuestros hijos que decía: ¿cuándo es la reunión de los abrazos? Nosotros acostumbramos en la cena del 24 de diciembre darnos abrazos, todos contra todos, y nos admiró que ese ejercicio fuera tan importante para nuestro hijo.
La Psicología enseña que cada persona necesita al menos 9 muestras de cariño al día para estar emocionalmente estable, por lo que, si en esta época cada uno de nosotros recibe esas muestras, entonces estará emocionalmente fuerte y feliz.
La pregunta importante es: ¿qué vas a regalar esta Navidad?  Ya sabemos que el dinero está muy escaso, por lo cual sería muy recomendable recordar el viejo anuncio que decía: “regale afecto, no lo compre”. ¿Cómo puedes dar afecto sin gastar dinero? Sugerimos una sonrisa, un abrazo, una vista al familiar olvidado, una carta, un correo electrónico, un mensaje de celular, una palabra de aliento o un perdón retenido. Tú sabes mejor que nosotros lo que tus seres queridos necesitan, dalo esta Navidad.
El mensaje que queremos compartirles es el de valorar lo bello que es vivir este espíritu de amor y preguntarnos: ¿qué puedo hacer para demostrar mi cariño a todos mis seres queridos?
¡Ánimo! ¡Feliz Navidad!

Publicado originalmente el 8 de dic de 2013 en: http://www.sexenio.com.mx/columna.php?id=6579

(*) Fernando González Rocha y Patricia Zambrano Sánchez, tienen 31 años de matrimonio, son coaches de Vida de la International Coaching Community y Consultores Matrimoniales. Tienen más de 20 años de dar cursos, conferencias y diplomados. Actualmente coordinan el programa de Formación Prematrimonial para novios en San Pedro y parte de Monterrey.

Fotografía familiar decembrina

Por: Avelina Jimenez Lozano
Parece que fue hace días cuando pusimos el nuevo calendario y todavía cometíamos el error de escribir 2012 en vez de 2013. Tal parece que iniciar este mes nos hace sentir a un paso de estar en otro año, pero antes de cruzarlo, vendrán un abanico de situaciones y retos que debemos sobrellevar; al iniciar el mes de diciembre el bombardeo de imágenes, colores y sonidos navideños no siempre provocan la paz y tranquilidad que por sí debieran de producir.
El fenómeno decembrino no siempre inicia en este mes. Para nuestra sorpresa, existen centros comerciales que nos recuerdan que está pronto por llegar la navidad incluso dos meses antes de vivirla. La mercadotecnia juega muy eficiente su papel de atraer clientes potenciales ante la oferta de un sinfín de artículos propios de la futura temporada, y digo casi perfecto porque aunque se quisiera comprar con anticipación, no se cuenta aún con el dinero más esperado desde la segunda mitad del año: el aguinaldo.
Poco antes de exponer en aparadores los artículos navideños, sólo poco antes, las personas asalariadas comenzamos a destinar un dinero que aún no tenemos pero sabemos que pronto nos va a llegar. El aguinaldo es considerado un sueldo extra a los otros pagos recibidos durante el año y es precisamente en diciembre cuando por ley se debe de entregar. En algunas empresas hasta cursos de administración se imparten en esta época para hacer buen uso de este recurso, pues si no nos organizamos bien en el gasto, la deuda puede extenderse hasta el otro año. En el centro comercial, escuché frente a mí una persona que llevaba un pino navideño artificial, la cajera muy amable le pregunta que si quería hacer uso de la promoción de meses sin intereses, el cliente eligió la de 6, pagando el total de su artículo hasta ¡el verano del siguiente año!.
Un evento propio de este mes son las posadas. Modificaciones en los horarios de sueño, exceso de alcohol y una alimentación desequilibrada pueden provocar que este mes no sea tan sano como los anteriores. Todo es cuestión de moderación, hay que recordar que aún nos quedan 31 días de fiestas decembrinas, por lo que si queremos estar presentes en todas las reuniones debemos empezar por cuidar nuestra salud, comiendo ligero cuando sabemos que por la noche tendremos alguna fiesta o acostándonos más temprano los días en los que no tengamos por la noche alguna actividad programada.
La familia vive en conjunto la ausencia de rutina propia de este mes. En unas semanas más los niños estarán en su período vacacional, por lo que será necesario pensar la manera de tenerlos activos. Una idea es invitándolos a que por las mañanas realicen actividades del hogar y por la tarde, dedicar un tiempo a jugar con ellos, así podremos compartir actividades y adentrarnos a un escenario diferente que nos permitirá unirnos aún más.
Hay que estar muy atentos y tener cuidado de que el mes no transcurra en el ir y venir en las tiendas, durmiendo sentados por la noche debido a la acidez que provocó el cenar sin medida, verificando constantemente el saldo que se tiene en la tarjeta para poder seguir comprando, si es así como estos días se nos pasan, habremos transformado el sentido navideño por el tornado del consumismo.
Este año podemos tener un diciembre diferente. Una auténtica fotografía familiar decembrina refleja unión, paz y amor. De corazón entreguemos a los demás “un presente” en el sentido estricto de la palabra, que en familia gritemos aquí estoy, no con palabras, sino con acciones, estando presentes física, mental y emocional con los demás.

Publicado originalmente el 29 de noviembre de 2013 en  http://www.sexenio.com.mx/columna.php?id=6528

(*) Avelina Jiménez Lozano, es Psicóloga con Maestría en Educación por la Universidad de Monterrey. Experta en temas de familia y pareja. Cuenta con la certificación para ser facilitadora de la herramienta pre-matrimonial FOCCUS. Ha participado en programas de desarrollo humano e inteligencia emocional en México y España. Actualmente es docente de asignatura en la carrera de Licenciado en Psicopedagogía, titular del curso Formación en el Amor y coordinadora de formación en la Universidad de Monterrey.
Contáctala en jimlav15@hotmail.com

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Tiempo de esperanza

Por Martha Salim Naime

Monterrey, México. Estamos por escribir el último capítulo del libro de la vida personal del 2014 y esto nos invita a revisar los propósitos que, llenos de esperanza, nos planteamos al inicio del año. Algunas personas se esforzaron en cumplir y llevarlos a cabo, otras —quizá la mayoría—  se quedaron sólo con las buenas intenciones.
Si eres de los que tienen problemas para definir tus propósitos o llevarlos a cabo, te comparto una recomendación que me hicieron hace tiempo. Se trata de aplicar la regla AARV: asequibles  —fáciles de alcanzar—, accesiblesrealistas y con voluntad por querer realizarlos, lo más importante.
Comenzar un periodo con propósitos nuevos nos recuerda que somos capaces de cumplir nuestras metas y realizar nuestros sueños. Los grandes proyectos inician con una idea que crece y toma forma hasta convertirse en realidad. Nadie se inicia como corredor corriendo un maratón, el avance es lento y paulatino; recordemos la frase de Einstein: “Si eres capaz de soñarlo, eres capaz de lograrlo”.
Para que la lista de los objetivos a cumplir en el año esté completa debe integrar las dimensiones física, emocional y espiritual de cada persona, puesto que estas áreas comprenden los aspectos de la vida del ser humano.
Dimensión física. Relacionada con la salud, el bienestar y los bienes materiales. Algunos tipos de propósitos pueden ser: bajar de peso, hacer ejercicio, cambiar de carro o conseguir una casa más grande. Si se logran determinar de manera más específica, hay más probabilidades de verlos realizados, por ejemplo: bajar un kilo por semana, reduciendo el consumo de refrescos o pan. Otro consejo es hacer 20 minutos de ejercicio tres veces por semana, aumentando 10 minutos hasta llegar a una hora.
Dimensión emocional. Tiene que ver con la motivación interna, las relaciones interpersonales y la capacidad de empatía, principalmente. Entre los posibles propósitos estarán: la convivencia con la familia y amigos, tomar un curso de profesionalización, dedicar mayor tiempo a la pareja y planear otros objetivos para cumplir en el año.
Dimensión espiritual.Es la relación intrapersonal, es decir, la que mantenemos con nosotros mismos y unificamos con nuestras creencias espirituales. Estos objetivos están enfocados a dedicar por lo menos un día a la semana a estar en contacto con la naturaleza y reflexionar sobre los acontecimientos de nuestra vida en esa semana y planear para la siguiente,  ayudar a una asociación de beneficencia con una aportación mensual, visitar a un pariente enfermo, realizar prácticas de fe o realizar ayudas a la comunidad.
Si logramos plantearnos propósitos más concretos y definidos convirtiéndolos en accesibles, asequibles,  realistas y le agregamos nuestra voluntad de hacerlo, encontraremos al final del año una lista de propósitos cumplidos. Habremos vivido un año de mayor riqueza personal. Transformemos las expectativas de los propósitos en tiempo de esperanza: con el ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos; aprovechando sus dos facetas: el dinamismo y la purificación.
El dinamismo en la esperanza es aquello que empuja, anima a lograr la meta, vence el cansancio y los obstáculos y a no darse por vencido; mantiene la meta clara y muestra el camino para llegar a ella. Por otro lado, la purificación, tiene un efecto correctivo y transformador en la persona, porque al mismo tiempo que muestra con claridad el objeto, muestra lo que hace falta para lograrlo.
El hecho de plantearse metas y cumplirlas enciende el motor de la motivación interna, lo que nos llevará a iniciar un nuevo año con una esperanza renovada. ¡Feliz Navidad! Y ¡Feliz año nuevo de propósitos a cumplir!

(*) Martha Salim Naime. Es Administrador de Empresas con Maestría en Ciencias del Matrimonio y la Familia y diplomado en Tanatología por el Instituto Superior de Estudios para la Familia (Juan Pablo II). Experta en temas de familia y pareja. Cuenta con la certificación para ser facilitadora de la herramienta pre-matrimonial FOCCUS. Actualmente se desempeña como Gestor de redes sociales.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Protagonistas y conductores de nuestra vida

Por Alida Maria Madero


"Además de las otras cosas que hago para cuidar del  ‘yo’,  el ‘tu’ y el ‘nosotros’ invierto en mí mismoy en los demás ese minuto extra¡Y esa es toda la diferencia!Spencer Johnson


Monterrey, México. Protagonistas y conductores de nuestra vida, ¿lo somos realmente?  O nos sucede que centramos nuestra felicidad y nuestro ser persona, en los  sueños, madurez y talentos de otra persona. Vaya que nos pasa, no solo en nuestra relación de pareja, también en los padres e hijos, de amistades, y de trabajo.
La persona es un proyecto que día a día se construye; a partir de la convivencia, de descubrir y desarrollar sus talentos, de su capacidad para soñar y establecer metas que le permitan ampliar su horizonte personal. Y de reconocerse en forma plena como el protagonista y conductor de su vida.
Pasa cuando somos dependientes: la otra persona me cuida, me da valor, me hace feliz, me soluciona los problemas, es la persona que me llena; pero también es quien me hace infeliz,  quién me lastima, me hiere, por su culpa me siento mal; si fuera de otra manera todo sería distinto, por tanto, el otro tiene que cambiar.
Y son esas expectativas respecto a lo que el otro debe hacer, a lo que esperamos de los demás, que al no cumplirse, nos provocan habitualmente frustración, tristeza, soledad, impotencia, desamparo. Cuando somos dependientes llegamos a cualquier relación con una serie de preconceptos sobre lo que debe ser el vínculo y elaboramos internamente una larga lista de los “deberías” del otro.
Darme cuenta que yo soy responsable de mi vida, soy el protagonista de mis actos, me hago responsable de mis sentimientos, me cuido,  tomo la responsabilidad de mis decisiones y acciones, asumo las consecuencias de mis equivocaciones, por tanto: yo quiero y puedo cambiar.
Es entonces que nos volvemos interdependientes, personas que no dependen del otro para ser; seremos capaces de pensar y analizar los problemas por nuestra cuenta, obtenemos dentro de nosotros mismos la sensación de valía y fortaleza interna.
Aceptando al mismo tiempo que las necesidades, las opiniones, los intereses, los gustos, los valores del otro son tan valiosos y legítimos como los míos, son tan válidos como los míos, son tan verdaderos como los míos.
Entender esto es muy importante en todas nuestras relaciones, cuando las personas piensan y viven como seres interdependientes, están preparadas para el NOSOTROS.
Quiere decir que nosotros  podemos pensar en soluciones creativas; nosotros ganamos el partido de fútbol, baloncesto, voleibol; realizamos este proyecto de trabajo, etc. Nosotros nos valoramos y apoyamos mutuamente.
En el caso de la pareja pasa a ser una suma de dos individuales que tienen un proyecto de vida compartido. Nosotros lo hacemos, decidimos, elegimos, podemos combinar nuestras capacidades y talentos para lograr mejores resultados.
Larry y Judi Keeufaver en el libro Verdades irrefutables de la paternidad  dicen que en la familia, cuando los integrantes son personas interdependientes se ayudan unos a otros a lo largo de toda la vida. Caminan a lo largo de su existencia apoyándose, afirmándose y ayudándose mutuamente.
Si uno tropieza, los otros le ayudan a levantarse; si uno sobresale, los otros se alegran. Porque está integrada por individuos que toman sus propias decisiones, pensando en función de las decisiones familiares.
Una persona interdependiente no pierde al compartirse con los demás, sino que gana con las experiencias de quienes le rodean. ¡Esto es maravilloso! Se siente bien escuchar y sentirse escuchado; mirar y que te miren; llorar y que te apapachen; sonreír y que compartan tu alegría. Tenlo en cuenta. Ser protagonistas y conductores de nuestra vida.



Publicado originalmente el 5 de nov de 2014 en http://www.sexenio.com.mx/columna.php?id=8526


(*) Alida Madero, es Ingeniero en Industrias alimenticias egresada de la Universidad de Monterrey (UDEM). Tiene diplomados en Logoterapia y Desarrollo Humano. Actualmente coordina el programa Foccus Prematrimonial en la Arquidiócesis de Monterrey, el cual  trabaja con las parejas que están comprometidas para contraer matrimonio.

¿Ahora, qué te cuento?

Por: Alida Maria Madero


Hablar de sueños es como hablar de películas, ya que el cine utiliza el lenguaje de los sueños: años pueden pasar en segundos y se puede saltar en un lugar a otro."
Federico Fellini

Monterrey, México. (3-dic-2014) Me encanta el cine. El director de cine francés François Truffaut decía que a él le gustaba que le contaran historias. A mí me pasa lo mismo. Llego y me siento cómoda, relajada, tranquila. Las luces se apagan, la oscuridad  me envuelve y me aísla del exterior, fijo la atención en la pantalla que se ilumina. Comienza la proyección de la película.
El cine es uno de los muchos medios para contar historias, pueden ser tan frágiles, sutiles o tan agobiantes que te dejan sin aliento. Es como una ventana que nos lleva a otros mundos —reales o fantásticos— culturas, tiempos, lugares y personas. Pero al mismo tiempo es un espejo donde nos reflejamos y nos encontramos con nosotros mismos.
En el lenguaje cinematográfico, el director de cine debe preguntarse: ¿qué nos va a contar? Posiblemente se trate de una historia que nos haga reír, llorar, nos mantenga en suspenso o nos relate una película de amor.Así es como entra en dialogo con el espectador.
El arte cinematográfico no copia, ni retrata, ni inventa la realidad, sino la refleja, la recrea, la comunica, la comparte. Desde la mirada de un artista, una película nos puede ayudar a ver la realidad de otra manera, a redescubrirla, a no quedarnos insensibles o indiferentes ante lo que nos rodea y lo que sucede a otros.
Luis García Orso, S.J.  Especialista en análisis cinematográfico, analiza como los espectadores descubrimos que a través de la pantalla nos cuentan historias tan parecidas a las nuestras que nos hacen emocionarnos e identificarnos, reír y llorar, pensar y soñar.
Sí, pasamos un buen rato, pero también nos reconocemos como seres humanos. Muchas películas son un espejo de la vida, donde cada uno se reconoce y aprende de las experiencias contadas que nos hacen entrar en nuestro interior y pensar sobre lo que hemos vivido y queremos vivir.
Precisamente de ahí se deriva a magia del séptimo arte, fenómeno cultural imprescindible en nuestras sociedades; donde se puede transmitir sentimientos a través de las películas y a su vez que el espectador reaccione de cierta forma según lo que le cause el filme.
Al observar una película, analizarla y meterte en ella, las emociones son infinitas, porque el lenguaje del cine puede lograr que fluyan los sentimientos más profundos de nuestro ser; se descubren los valores que tienen los personajes en la historia fílmica y que nosotros, como espectadores, de algún modo reconocemos y aprovechamos para la vida.
Te comparto algo que aprendí en el taller de cine impartido por Sergio Guzmán S.J.,  una manera de “ver” las películas, en ese cine que evoca, provoca y convoca.
Primero, evocar: ¿Qué paso?  Analiza la historia, recuerdos, ideas, experiencias, ¿quién no tiene una película favorita que en cierta forma es parte de su vida?, con la que sintió y se emocionó, con la que aprendió y disfrutó, con la que imaginó y soñó.
Después provocar: ¿Quién pasó? analiza los personajes y como te relacionas con ellos; si te identificas, sientes empatía, antagonismo, etc.   Cuanto mayor sea la identificación que poseas con los personajes, más vivirás como espectador la historia, te adentrarás en la trama, viéndote a ti mismo en esos personajes ficticios. Esos momentos cuando comienzas a llorar sin apenas darte cuenta, o te estremeces al filo de la butaca, o ríes a carcajadas.
Y por último convocar. El cine nos ayuda a recrear momentos emocionales tensos que hemos podido vivir pero también nos ayuda a prepararnos para otras situaciones, ¿a qué me mueve?, que me llevo a casa. Una película bien hecha quizás nos ayude a entrar más en nosotros mismos y en los demás y nos dé luz, horizontes, respuestas, al mostrarnos cómo otros son tan parecidos a uno y cómo han logrado ir realizando su vida.
Pero para eso se necesita llevar al cine, sobre todo, una apertura de corazón para mirar, escuchar, recibir, aprender. Cuando vayas al cine prepárate déjate tocar por la historia y los personajes. ¿Cuál es tu película preferida? La mía es “When Harry meet Sally”.

(*) Alida Madero, es Ingeniero en Industrias alimenticias egresada de la Universidad de Monterrey (UDEM). Tiene diplomados en Logoterapia y Desarrollo Humano. Actualmente coordina el programa Foccus Prematrimonial en la Arquidiócesis de Monterrey, el cual  trabaja con las parejas que están comprometidas para contraer matrimonio.  Contáctame en foccusmonterrey@gmail.com