Monterrey, México. Todos nos preguntamos continuamente cuando vemos personas felices ¿Qué tienen ellos que me falta a mí?, ¿por qué me siento infeliz, insatisfecho y con desánimo?
Nuestro diálogo personal es algo como: Mi vida es una telenovela, solo a mí me pasan estas cosas, ¡tengo una suerte maldita!, ¡tú no has vivido lo que yo! Este es el estilo de nuestras conversaciones.
¿En dónde está tu atención con este diálogo?, ¡Claro, en lo negativo de la vida! Nuestra energía fluye hacia donde está nuestra atención y todavía te preguntas: ¿por qué te sientes deprimido?
Somos el reflejo de nuestros pensamientos. Hace algunos años alguien me explicaba con una metáfora cómo funciona nuestro cuerpo. Me decía los pensamientos son como la locomotora de un tren, lo dirigen hacia un punto específico de acuerdo a lo que percibimos a través de nuestro sentidos.
Si el día está nublado, entra la interpretación: los días nublados, son tristes… como aquél día en que murió mi abuela… y arranca la locomotora llevando detrás los vagones del tren y trayendo pensamientos nostálgicos.
El primer vagón enganchado a los pensamientos son las emociones. Mis emociones dependerán de mis interpretaciones a los hechos que acontecen y, de acuerdo a esto, la amígdala, que es una pequeña glándula situada en el cerebro, es responsable de verter en el torrente sanguíneo sustancias que provocan en mí la emocionalidad para actuar de acuerdo a eso.
Esta glándula da la respuesta necesaria en esos momentos. Si veo una calle oscura por donde debo caminar, mi interpretación me dice que puede haber peligro y este pensamiento ocasiona que mi amígdala vierta cortisol que servirá para alertar a la defensa o la huída, en caso de ser necesario. Las emociones nos ayudan a dar respuesta inmediata a las órdenes que da el cerebro.
Por consiguiente el segundo vagón que es nuestro cuerpo reacciona al cambio bioquímico de nuestro torrente sanguíneo, provoca que luchemos y demos golpes o corramos lo más rápido posible.
La clave está en poner atención a nuestras interpretaciones de los hechos. ¿Existe otro significado a lo que percibo con mis sentidos? ¿Puedo elegir una interpretación que me sirva más en estos momentos? ¿Qué es lo positivo de esta situación? ¿Cómo puedo aprender de ella?
¡La llave de mi felicidad está en mis manos!
Yo elijo donde poner mi atención ¿deseo ser una persona centrada en lo bueno, en lo agradable y lo perfecto? Esto traerá a mi vida emociones de paz, alegría, estabilidad.
Escoge tus pensamientos que te llevarán a mejores emociones y a mejores acciones.
Toma el control de tu vida. Elige sabiamente como deseas vivir el 2015.
Publicado originalmente el 20 de dic de 2014 en http://www.sexenio.com.mx/columna.php?id=8731
(*) Fernando González Rocha y Patricia Zambrano Sánchez, tienen 31 años de matrimonio, son coaches de Vida de la International Coaching Community y Consultores Matrimoniales. Tienen más de 20 años de dar cursos, conferencias y diplomados. Actualmente coordinan el programa de Formación Prematrimonial para novios en San Pedro y parte de Monterrey.
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