martes, 20 de enero de 2015

¿Y si le das la vuelta?

"Los problemas son sólo tan grandes como permitimos que lo sean; no somos dueños de nuestras circunstancias, pero sí de cómo las vivimos”
Pablo Ferrara


Monterrey, México. En la vida se nos presentan problemas, situaciones y/o contratiempos que no está en nuestras manos poderlos resolver. Si las expectativas no cumplidas, enfermedades sorpresivas,  duelos, etc. Nos impiden continuar con nuestros planes, solo queda ’darle la vuelta’.
Esa experiencia que vives tiene que tener algo positivo, un aprendizaje. Viktor Frankl, el psiquiatra y superviviente del Holocausto, dice que “una persona puede sobrevivir a cualquier experiencia, si aprende a extraerle un significado positivo“.
Está en ti cambiar esa circunstancia;  si te despidieron del trabajo, seguramente hay alguna  nueva oportunidad laboral; ¿porque no buscarle el lado bueno?, verlo con otros ojos, darle la vuelta a la tortilla, cambiar la perspectiva.
Es entonces, cuando tomas la sartén por el mango y sin titubear, debes darle vuelta a la tortilla, mientras está aún caliente. No esperes que se pegue. 
Un video optimista reúne a famosos como Antonio Banderas, Ricky Martin, Alejandro Sanz, Laura Pausini, Iker Casillas y Hugh Jackman entre otros, para cantar un ingenioso y divertido tema. La idea corresponde al show El Hormiguero con la intensión de dar una ola de optimismo a la gente de España después de siete años de crisis económica. Un cambio de actitud.
"Dale la vuelta a la tortilla si estás quemado con la vida", el video que  ya está haciendo mucho ruido en las redes sociales. Más que un lema, es una invitación a dejar de lado el pesimismo, la frustración. El video es gracioso, con chispa y está lleno de optimismo.
Así, la canción propone darle la vuelta a aquellos pensamientos erróneos, negativos y limitadores, que acaban quemándonos, y tomarnos las cosas con humor, alegría y optimismo, “tómate un pincho de felicidad”
A través de las redes sociales empezó a circular la invitación a ver el video “Voluntad de Acero”, título también del libro de Pablo Ferrara; al día de hoy una de las lecciones de vida más profunda e intensa , "ante las circunstancias que se nos presentan, rendirse no es una opción".
Pablo ha hecho de su vida una aventura más, en su libro relata los momentos más intrépidos y valerosos que le ayudaron a hoy en día tener la fuerza necesaria y espíritu, además del optimismo para no rendirse a pesar del difícil diagnóstico.
Después del choque inicial y contra todo pronóstico, Pablo asume las nuevas reglas del juego que impone la pérdida del control de su cuerpo, sumando a su familia y amigos para hacer de esta nueva etapa una aventura constante, llena de esperanza, de fortaleza y de amor.
Ejemplos que nos invitan a darle la vuelta a la forma en que pensamos sobre lo que nos toca vivir,  a mirar de otra forma las situaciones a las que nos enfrentamos, somos lo que pensamos, somos esa “vuelta a la tortilla”. Sólo hay que ponerle empeño y actitud.

Publicado originalmente en:
(*) Alida Madero, es Ingeniero en Industrias alimenticias egresada de la Universidad de Monterrey (UDEM). Tiene diplomados en Logoterapia y Desarrollo Humano. Actualmente coordina el programa Foccus Prematrimonial en la Arquidiócesis de Monterrey, el cual  trabaja con las parejas que están comprometidas para contraer matrimonio.

miércoles, 7 de enero de 2015

Los buenos vecinos, no son casualidad

Monterrey, México. Dice un refrán popular que “vale más un vecino cercano, que un pariente lejano”. La sabiduría popular resume en unas cuantas palabras la importancia de mantener una relación cordial, amistosa, incluso familiar con aquellos que viven cerca, ya que en caso de emergencia a los primeros que recurriremos será a ellos.
Tocar la puerta del vecino para pedir ayuda no puede darse sin una relación previa. Agitar la mano en señal de saludo es uno de los signos más sencillos de cordialidad y buena vecindad. En un principio, pudiera ser más por conveniencia  que por convicción.
La relación con los vecinos inicia desde antes de cambiarnos a vivir a su lado. Si vamos a convivir por un periodo tiempo en esa colonia es necesario mostrar el respeto a su propiedad, no invadiéndola; a su construcción, evitando fracturarla; a su espacio, sin bloquear sus entradas y salidas o colocando basura en su banqueta. Estas señales acortarán las distancias dando pie a una sana relación.
La convivencia, con moderación y prudencia, logrará que se abran espacios de diálogo y conocimiento mutuo. No podemos llegar a visitar y pretender que nuestra presencia sea siempre oportuna. El cansancio o alguna situación familiar particular,  pueden hacer que no seamos recibidos  en ese momento. Conviene no tomarlo a título personal; el mundo no gira a nuestro alrededor.
Hay que tener iniciativa para ser un buen vecino y no esperar a que los demás lo sean para actuar en consecuencia. Hacerle llegar al vecino una charola de galletas, una tarjeta o hacer una llamada en algún momento de infortunio, resaltarán nuestra presencia solidaria. Fedro, filósofo de la Grecia antigua (370 a.C.) decía que "al amigo seguro se lo conoce en la ocasión insegura". Un pequeño detalle de parte nuestra dirá más de nosotros que mil palabras.
El bien común se fortalece con las juntas de vecinos. Asociaciones sin fines de lucro que contribuyen a tener una mejor calidad de vida entre los colonos. En el trabajo de unos cuantos se concentra el esfuerzo y la lucha por el bienestar de esa parte de la población. Por eso, el apoyo solidario del resto de los vecinos es necesario. Suele suceder que quien más exige es quien menos colabora.
Igual que a los familiares, a los vecinos no se les escoge. Lo que sí se puede y debe decidir, es el tipo de relación que se quiere tener con ellos. La buena vecindad es una escuela de virtudes, en las que, se practican además: la tolerancia, la comprensión, la generosidad y la afectividad. Todas ellas aseguran que la relación amistosa que crecerá con los años.
Con una convivencia más frecuente y cercana, sumaremos experiencias en común: compartiendo penas y alegrías. Nuestros vínculos serán cada vez más fuertes y crecerán junto con nuestras familias. Una buena relación con los vecinos abre las puertas a la armonía y cierra las puertas de la soledad y el aislamiento. El tiempo, las circunstancias y el deseo de hacerlo, harán que lleguemos a ser buenos amigos de nuestros vecinos.

(*) Martha Salim Naime. Es Administrador de Empresas con Maestría en Ciencias del Matrimonio y la Familia y diplomado en Tanatología por el Instituto Superior de Estudios para la Familia (Juan Pablo II).Experta en temas de familia y pareja. Cuenta con la certificación para ser facilitadora de la herramienta pre-matrimonial FOCCUS. Actualmente se desempeña como Gestor de redes sociales.


Publicado originalmente el 7 de enero de 2015 en