lunes, 1 de agosto de 2016

¿Te imaginas un mundo sin música?

Por: Alida Maria Madero Fernández


La música es el corazón de la vida. Por ella habla el amor;
 sin ella no hay bien posible y con ella todo es hermoso.


Yo no puedo, la música es parte de mi vida desde que nací, está relacionada con mis emociones, mis recuerdos y mis estados de ánimo. ¿Imagina que no hubiesen existido las composiciones de Beethoven, Mozart, los Beatles; las canciones de cuna, el jazz, la bachata o el tango?

La definición de música en la RAE Real Academia Española, dice así: “La música es el arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de suerte que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, ya tristemente.” De tal  manera que el sonido de un instrumento, el canto, una orquesta o un grupo de heavy metal, todo es música. Es considerada un arte, un idioma universal, que está presente en todas las culturas y en casi todas las etapas de la historia de la humanidad. 

¿Sabías que existen jeroglíficos antiguos representando la música y están relacionados con los que simbolizan la alegría?; y los instrumentos musicales están entre los objetos más antiguos diseñados por los hombres. No hay cultura o país que no tenga instrumentos, cantos, música.

Aunque la música no sea como tal un lenguaje, ciertamente la utilizamos para comunicar emociones y es  capaz de evocar sentimientos, afectar el ritmo cardíaco, las ondas cerebrales y los ritmos respiratorios. Pones música a ritmo de salsa e inmediatamente sonríes y mueves los hombros. Las emociones nos hacen humanos y la música nos da la oportunidad de expresarlas.

Nuestro estado de ánimo, muchas veces se ve reflejado por el tipo de música que escuchamos o entonamos. Una canción triste puede inducirnos a un estado melancólico, mientras que una canción alegre puede excitarnos y proporcionarnos unos minutos de felicidad. Quien no ha llorado al escuchar una melodía en especial que evoca algún momento significativo.

La música  es un medio de expresión sin límites que llega a lo más íntimo de cada persona. Cantar a todo pulmón y brincar en un concierto, tararear al trabajar, arrullar a un bebé con una canción de cuna, las canciones infantiles en el jardín de niños, tantos otros momentos de nuestras vidas que están asociados a la música.

Es tan grande la influencia de la música sobre los seres vivos que parece demostrado que escuchar melodías agradables no solo modifica nuestro estado de ánimo, sino que puede tener una influencia estimulando nuestra inteligencia e incluso en la salud, reduciendo  el estrés, el insomnio, la depresión, calmando el dolor y mejorando la inmunidad.

La música como  terapia se aplica a un amplio campo en relación a diversos trastornos, autismo, hiperactividad, depresión, ansiedad, medicina del dolor, geriatría.


Por todo lo anterior, escucha tu canción preferida, canta, baila; no importa si no sabes cantar o bailar, te ayudara a sentirte mejor y tomar conciencia de partes de tu cuerpo que normalmente pasan desapercibidas. Al volumen que tú quieras o que te permitan tus vecinos, pero no te quedes rumiando problemas o los eternos hubieras. La música pondrá una sonrisa en tu cara y en tu alma. 

(*) Alida Madero, es Ingeniero en Industrias alimenticias egresada de la Universidad de Monterrey (UDEM). Tiene diplomados en Logoterapia y Desarrollo Humano. Actualmente coordina el programa Foccus Prematrimonial en la Arquidiócesis de Monterrey, el cual  trabaja con las parejas que están comprometidas para contraer matrimonio. 
Contáctala en foccusmonterrey@gmail.com

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