jueves, 18 de junio de 2015

Los papás evolucionan

Por Alida Maria Madero.
Ser Padre es encontrarse en situación de cuidador, de transmisor de mundo.
 Alejandro Rozitchner

Monterrey, México. El día del padre es una fecha conmemorativa para honrar la paternidad en la familia y la influencia del hombre en la vida de sus hijos. Esta celebración nacida en Estados Unidos de la gratitud de una hija hacia su padre, se extendió rápidamente a Europa, América Latina, Asia y África como una manera de homenajear a los papas y reconocer su papel en la crianza y la educación de sus hijos.
Sea cual sea la fecha, lo importante es que existe un día especial para recordar a los padres cuánto les queremos, darles las gracias por su amor y su entrega y celebrar en familia eso, la felicidad de ser una familia.
Hace unos días, celebre con mis compañeros de universidad un aniversario más de nuestra graduación, la mayoría de mis amigos de generación son hombres porque estudie una ingeniería, todos o casi todos son papás. Me dio mucho gusto verlos en ese rol, de papás e incluso uno que otro abuelo.
En esa reunión platique con un papá sumamente emocionado por la boda de su hijo, otro orgulloso de los logros de su pequeña estudiando en el extranjero, uno más preocupado por la crisis en el matrimonio de su hija, incluso uno que le encanta la fiesta yéndose temprano para ir por sus hijas, todos compartiendo las fotos de sus hijos con orgullo.
Me encanto verlos en con ese espíritu alegre y “siempre joven” de los papás modernos. Antes, cuando un hombre se convertía en padre de inmediato, cobraba una actitud de “señor respetable” y asumía una seriedad y rigidez de persona mayor. Ahora los papás están más involucrados y hablan más de emociones. 
Nuestra generación vive ese periodo de transición, en el cual coexisten relaciones de padres e hijos tradicionales matizados por el papá autoritario y otras más cercanas, más entrañables. De tal manera, que la forma de relacionarse de los varones con sus hijos e hijas está cambiando.
Nos toca vivir esa evolución donde la mujer que trabaja y desarrolla una carrera, poco a poco ha dejado al hombre involucrarse en las actividades del hogar, crianza y acompañamiento de los hijos.
Para muchos la convivencia con sus hijos e hijas ha sido novedosa y gratificante, se han abierto a nuevas formas de ser hombres y padres; lo que los ha llevado a reconocer sus limitaciones, temores, relaciones de autoridad, pero a su vez se han deleitado en la convivencia con sus hijos e hijas.
Pudiendo reconocer que sus hijos e hijas son personas diferentes a ellos con gustos, sentimientos y pensamientos diferentes.
Yo no soy papá, solo sé ser mamá.  Así que para poder plasmarlo les comparto algo de lo expresado por Alejandro Rozitchner en su artículo publicado en el diario La Nación:
“Entre padres e hijos se trata de amor. Es un asunto de calidez, cariño, presencia y disfrute de experiencias compartidas. De cercanía real, no esquivada. Tiempo, tiempo pasado en común y elaborado como sentido para nuevas experiencias. Es encontrarse en situación de cuidador, de transmisor de mundo, tener mucho a cargo y tener miedo de no dar la talla y al mismo tiempo sentir que esa pieza faltante, ahora hallada, hace que toda la vida propia encuentre su lugar”.
Así que muy feliz día del padre a todos los que tengan hijos. También a los que no son biológicos sino del corazón, a los que son el plan B porque el papá no está, los abuelos y los tíos.
A esos papás que no les enseñaron a hablar el idioma del amor, y lo tratan de expresar en disciplina y mano dura; a los sobreprotectores y a los distraídos.
Engendrar a un hijo es fácil, lo complicado es lograr que crezca feliz y sabiéndose lo más importante del mundo para alguien.
¡Feliz día del Padre!

Publicado originalmente el 17 de junio de 2015 en 

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