En menos tiempo de lo que hubiéramos pensado seremos testigos de dos juegos más entre los Tigres de la UANL y los Rayados del Monterrey. Los dos equipos de futbol de casa se enfrentarán por lograr un espacio en la liguilla.
Al mismo tiempo en el que se piensa en los juegos, se está planeando cómo y dónde serán las reuniones para ver los partidos, esto representa motivos de encuentro con los amigos y la familia; excelentes oportunidades para una sana convivencia.
Y para convivir sanamente, el respeto es primordial. La célebre frase de Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”, viene como anillo al dedo. Nada mejor que disfrutar de la fiesta deportiva local que en santa paz. Ya que las diferencias en los modos de ser y de sentir pueden llegar a conflicto, si se rebasa la barrera del derecho ajeno.
Tener una buena relación con los demás fortalece los vínculos de afecto y mejora la autoestima de cada uno de los miembros del grupo o de la familia.
Como cada quien es libre de elegir, es común ver que en una misma familia haya seguidores de ambos equipos. Estas diferencias en gustos no tienen por qué manifestarse en provocaciones, ataques o agresiones; por el contrario, son oportunidades para que se practiquen valores que fortalezcan los lazos de la relación familiar.
Los padres que aprovechan eventos como el Clásico regiomontano para sembrar valores en sus hijos, están promoviendo la amistad, la solidaridad, la tolerancia, la templanza y la empatía entre ellos.
Predicar con el ejemplo es más eficaz que las palabras. Enseñar a los hijos con la propia conducta es más efectivo y deja raíces más hondas.
Las personas que practican algún deporte de grupo, saben que ganar o perder es un esfuerzo del conjunto, que las individualidades restan en vez de sumar. Que no gana el que juega mejor o tiene la posesión del balón la mayor parte del tiempo, sino el que, al final queda con el gol de ventaja.
Dos juegos más del Clásico del norte, pueden significar para muchos una experiencia más allá del futbol. Para aquellos que no conocen mucho de reglas y términos futbolísticos, es una oportunidad de involucrarse. Para las esposas, novias, hijas o padres que no tienen un alto grado de interés por los juegos, es una oportunidad de intervenir y conocer los puntos de vista de los demás.
Gane quien gane, recordemos que las competencias son solo un deporte, que son oportunidades de convivir, que se pueden disfrutar siempre y cuando se tome en cuenta a los demás.
Mail: cosas.defamilia.nl@gmail.com
· La autora cuenta con Maestría en Ciencias de la Familia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario