martes, 19 de enero de 2016

Mindfulness o atención plena

Por Alida Maria Madero

Investigadores del Instituto del Cerebro y la Cognición de la Universidad de Leiden en Holanda encontraron un aumento de la creatividad en aquellos practicantes habituales de mindfulness.

El hacer lo cotidiano poniendo toda la atención en el presente; por ejemplo al bañarte tomar conciencia del agua al caer, cuando comes, cuando conversas con alguien, al pasear, etc. estar en ese momento con todos tus sentidos.

A esta práctica se le llama mindfulness o atención plena,  Jon Kabat-Zin conocido como  referente mundial por haber introducido esta práctica dentro del modelo médico de occidente hace más de 30 años, lo define  como prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación.

Esta capacidad cobra especialmente relevancia en la actualidad sobre todo si tenemos en cuenta que estamos sometidos a una gran saturación de estímulos y a una buena dosis de estrés.

Siendo sinceros la mayoría de nosotros vivimos en el modo “piloto automático”, ocupándonos de nuestras cosas con muy poca conciencia de los detalles de nuestra experiencia del momento, a veces ni siquiera de las intenciones que motivan nuestras acciones. Como cuando estamos conversando con alguien y al mismo tiempo estamos pendientes del celular; o haciendo ejercicio pero siempre pensando en todo lo que tenemos por hacer en el día.

Poner nuestra total atención, interés y curiosidad a la persona con la que conversas; a tu rutina de ejercicios, el ambiente que te rodea, las sensaciones en tu cuerpo.

Este tipo de atención plena que nos propone esta práctica de mindfulness,  nos permite aprender a relacionarnos de forma directa con aquello que está ocurriendo en nuestra vida, aquí y ahora, en el momento presente. Es una forma de tomar conciencia de nuestra realidad, dándonos la oportunidad de trabajar con nuestro estrés, dolor, enfermedad, pérdida o con los desafíos de nuestra vida.  Irónico pero real.

Aplicar esta conciencia plena comienza a ser realmente interesante  cuando conseguimos integrarla en nuestro día a día. Cualquier acción tan cotidiana como sentarse en una silla, salir de compras, tomar un té, comiendo, trabajando o chateando, todo esto son oportunidades para aplicar la atención plena.

Puntos principales de un día mindfulness. Estar atento al momento, a lo que ocurre, a tus pensamientos, a las sensaciones de tu cuerpo, a las emociones. Saber parar de 1 a 3 minutos varias veces durante el día. Ser amable contigo mismo. No juzgarse.

Esta práctica desarrolla la inteligencia emocional,  ya que nos ayuda a desarrollar la paciencia la compasión y la aceptación, mejora las relaciones interpersonales  y la habilidad de comunicar nuestras emociones.  Además favorece la creatividad, ayuda a calmar la mente, y una mente calmada tiene más espacio para generar ideas nuevas.

Vamos a practicar el estar  con una atención plena y consciente en nosotros mismos, en las acciones, motivaciones y emociones que cada día. Yo ya he comenzado a practicar, noto que me ha dado calma y serenidad;  pero sobretodo, disfruto mucho cada momento de mi día, amanecer, una taza de café, una sonrisa y un buenos días; o por ejemplo simplemente manejar disfrutando el camino.


(*) Alida Madero, es Ingeniero en Industrias alimenticias egresada de la Universidad de Monterrey (UDEM). Tiene diplomados en Logoterapia y Desarrollo Humano. Actualmente coordina el programa Foccus Prematrimonial en la Arquidiócesis de Monterrey, el cual  trabaja con las parejas que están comprometidas para contraer matrimonio. Contáctame en foccusmonterrey@gmail.com