Por: Alida Maria Madero
"Si se puede soñar, se puede lograr"
— Walt Disney
Monterrey, México. Un sueño es la palabra que utilizamos habitualmente para referirnos a aquello que deseamos en lo que queremos convertir nuestra vida, lo que queremos ser. Puede ser aprender a volar aviones, ser el mejor arquitecto, astrónomo o escribir la próxima gran novela. Soñar es algo que todos necesitamos hacer, es pensar en algo que deseas alcanzar e imaginarlo como si lo hubieras logrado.
En la recámara de mis hijos, en una de las paredes, coloque un vinil con la frase: “Dream it, Wish it, Do it”, su traducción es: “suéñalo, deséalo, ¡hazlo!” Mi intención era y es, motivarlos primero a soñar, imaginar todo lo que quisieran ser y lograr en la vida; pero después de soñar y desear, pasar a la acción para hacer realidad esos sueños.
A las parejas de novios con las que trabajo en la herramienta prematrimonial Foccus, también les pongo un ejercicio, el de compartir los sueños y anhelos que tienen para su futuro; tanto en su vida profesional, personal, como de pareja y futura familia. La instrucción es simple, recostados en algún jardín o parque, van a expresar todo lo que sueñan y anhelan, no importa lo loco o inalcanzable que se escuche; y después, hacer planes concretos para alcanzar esos sueños
En ambos casos, tanto en el de mis hijos y como el de las parejas, tener sueños es importante; sin embargo, para cumplirlos se debe de transformar esa ilusión en una meta y establecer un compromiso para alcanzarla.
Una meta es algo que se alcanza, un compromiso es un hábito que se adquiere. Lo que transforma un sueño en un objetivo alcanzable es nuestro compromiso.
Traerlo desde la imaginación hacia algo que se pueda lograr; Ahorrar durante tanto tiempo para realizar un viaje por diversas partes del mundo. O como pareja, “nuestro sueño es tener nuestra casa y haremos esto y aquello para conseguirla”.
La clave está en creer que pueden hacerlo y lo intenten. De lo contrario como podrían saber si pueden conseguir algo sin ni siquiera intentarlo. Así como es imposible ganar una carrera sin arriesgarse a correr, igual es imposible alcanzar los sueños si no se atreven ni intentan convertirlos en realidad.
Y si, tendrán que trabajar duro para lograr las cosas que son importantes para ustedes. Esto significa practicar, significa exponerse, significa cometer errores y aprender de ellos. Desafiar su zona de confort.
Tener un sueño es el origen de todo gran logro, pues nada se construyó sin que antes se hubiera imaginado. Todo lo que ha creado el hombre hasta ahora, en su gran mayoría ha sido grandioso, y todo lo que existe hoy, fue un gran sueño ayer.
¿Cuáles son tus sueños? No importa lo locos o inalcanzables que suenen, para hacerlos realidad, hay que traerlos de la imaginación a la acción. ¡Suéñalo, deséalo, ¡hazlo!
(*) Alida Madero, es Ingeniero en Industrias alimenticias egresada de la Universidad de Monterrey (UDEM). Tiene diplomados en Logoterapia y Desarrollo Humano. Actualmente coordina el programa Foccus Prematrimonial en la Arquidiócesis de Monterrey, el cual trabaja con las parejas que están comprometidas para contraer matrimonio.
Contáctame en foccusmonterrey@gmail.com
Publicado originalmente el 18 de febrero de 2015 en: