La
gratitud da sentido a nuestro pasado, trae paz al presente y crea una visión para el mañana.
Anónimo
Hace tiempo realicé un ejercicio muy especial: publicar, en las
redes sociales un agradecimiento, cada mañana,
de los cien días que faltan para mi cumpleaños número cincuenta. Tuve que
planear cada uno de los agradecimientos, reflexionar recorriendo mi vida y fue una práctica maravillosa. Tengo tanto que agradecer: personas,
momentos, errores, aciertos, decisiones y experiencias.
Gratitud. Esta
emoción surge en respuesta al reconocimiento de un favor que se nos ha
concedido. Es un sentimiento profundo, capaz de cambiar nuestra actitud, nuestro
estado de ánimo, y que nos ayuda a transformar la manera de interpretar la
realidad que nos rodea.
¿En
qué consiste ser agradecido? “Gracias” es, definitivamente, una palabra
cortita, tiene solo siete letras, es fácil de pronunciar y probablemente fue
una de las primeras palabras que te enseñaron de pequeño. Significa el “reconocimiento
de un favor en voz alta”. Agradecer sería entonces reconocer la actitud,
conducta o acción de alguien que influye de manera positiva en nuestra
vida.
Estamos
por terminar este año y quiero invitarte a que realices este
ejercicio: haz un recuento de las bendiciones que has recibido, como estar
vivo, sano, contar con el amor y la amistad de las personas que son importantes
para ti.
Si
recibiste buenas noticias de un ser querido o elogios por un trabajo bien
desempeñado, si disfrutaste tiempo con personas especiales para ti –tu esposa, esposo,
hijos, amigos–, si aprendiste algo nuevo, si hiciste un viaje o viste un sueño
cumplido, si recibiste un sencillo gesto de cariño, una sonrisa inesperada
o viviste un instante de armonía, anótalos. Y antes de realizar nuestra lista
de deseos para el próximo año, detengámonos a agradecer el camino recorrido
hasta hoy.
Cuando
somos agradecidos nuestras emociones son más positivas, nuestra energía es
mucho mayor y nuestra autoestima crece. Además, el agradecimiento tiene el
poder de convertir las dificultades en oportunidades, los problemas en
soluciones y las pérdidas en ganancias.
En
mi ejercicio, que se llama #100to50, llevo pocos días, pero ha resultado algo
maravilloso para mi persona; mi actitud es alegre, segura y
sonriente. Tengo cien días para agradecer todo lo que me ha traído hasta
aquí, las personas que han tocado mi vida y son parte de lo que hoy soy. Llego
a los cincuenta años de vida y los viviré feliz y plena, con los ojos abiertos
y el alma atenta.
Todos
estamos hechos de estrellas, y cada persona o circunstancia que llegó, tocó,
cambió, transformó y a veces salió de tu vida dejó su brillo en ti, y tú resplandeces
si lo notas y agradeces.
Comprueba
por ti mismo el poder de esta pequeña palabra: Gracias.
(*) Alida Madero,
es Ingeniero en Industrias alimenticias egresada de la Universidad de
Monterrey (UDEM). Tiene diplomados en Logoterapia y Desarrollo Humano.
Actualmente coordina el programa Foccus Prematrimonial en la
Arquidiócesis de Monterrey, el cual trabaja con las parejas que están
comprometidas para contraer matrimonio. Contáctame en
foccusmonterrey@gmail.com