Por Fernando y Paty González
¡Qué pregunta! Si tu respuesta fue no. Te felicito. Eres una persona normal. Así inicia, generalmente, la relación con los suegros.
Pero analicemos un poco, ¿por qué habrían de quererte tus suegros? Te has llevado a su hija o hijo. Sí, ése que tanto cuidaron durante 20 o 30 años. A quien dieron educación, cuidados, estudios, tiempo y dinero. Eres el ladrón o ladrona de su princesa o de su príncipe. Según los suegros, el yerno es “el zopilote” y la nuera es la “vieja lagartona” que se llevó a su hija o hijo. ¿Cómo te van a querer?
Te invito a analizar la situación. El fenómeno que se presenta es simple. Se está arrancando a un hijo o hija de los brazos de sus padres y eso les duele. Imagínate que eres el padre o madre y tu hija o hijo es tu proyecto de vida al que le has invertido todo lo que eres y lo que tienes. Y ese hijo o hija, de buenas a primeras, te dice: “ya me voy a casar. ¡Ah! Y necesito dinero para la boda”. Sinceramente, te dan ganas de decirle: “No puede ser, ¿cómo me haces esto?”. Pero como no se lo puedes decir, te vas en contra del culpable del asunto que es su futura o futuro cónyuge. Bajo esta perspectiva, es totalmente normal que los suegros no quieran a su yerno o nuera. Ese fenómeno emocional, se llama en psicología el desprendimiento.
Dice el psicólogo José Manuel Bezanilla en su artículo Desprendimiento y Matrimonio: “El matrimonio significa la separación de los padres y la transformación de las relaciones que se mantienen con las familias de origen”. (1)
Hace 30 años, al poco tiempo de casados, le dije yo, Fernando, a mi esposa, Paty: “Sabes, mi amor, me he dado cuenta que tu mamá no me quiere”. Inicialmente, Paty se molestó conmigo y me dijo: “pero cómo se te ocurre decirme eso si mi mamá es muy buena, es solo tu imaginación”. Luego, analizó el asunto, observó y constató que su mamá no me trataba bien. ¿Cómo me iba a querer si me había llevado a su hija a 800 Km de distancia?
Cuando te das cuenta que tu suegros no te quieren, tienes dos opciones: sigues la guerra y el pleito de por vida o te preguntas: ¿Qué puedo hacer para mejorar la relación con ellos?
El cuestionamiento natural que se hacen los yernos o nueras es: “¿Por qué yo debo tomar la iniciativa para mejorar la relación? Mis suegros también deberían esforzarse para entenderme”. La respuesta es simple, porque tú te llevaste el proyecto que ellos formaron. Eres el beneficiario del tesoro más preciado que tus suegros te entregaron, su propio hijo o hija. Ciertamente los suegros también deberían poner mucho de su parte, pero eso se da como respuesta a la iniciativa del yerno o la nuera.
Lo que hicimos nosotros fue hacer un plan de acción para mejorar la relación con nuestros suegros. No fue fácil, cuesta esfuerzo y atención. Fernando tomó la iniciativa, decidió tener muestras de cariño frecuentes con su suegra. Regalitos, llamadas para saludar, lavar los trastes, servir en las comidas familiares, decirle que la quieres y que es importante para ti, llevar una flor, ser agradecido siempre, etc.
En resumen, se trata de conquistar a los suegros con muestras de amor. Se los recomendamos ampliamente. Es muy saludable. Sabemos que no es fácil, pero vale la pena el esfuerzo. Fernando reconquistó a su suegra. Él ahora dice que es su segunda madre y que su suegra es casi tan buena como la de su esposa, que es, por cierto, maravillosa y Paty está muy feliz.
Y tú: ¿Qué vas a hacer para mejorar la relación con tus suegros?
Publicado el 10 de agosto de 2013
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