miércoles, 31 de diciembre de 2014

El Cuarto Mandamiento

Por: Avelina Jiménez Lozano


La verdadera alegría viene de la armonía profunda entre las personas,  que nos hace sentir la belleza de estar juntos y sostenernos mutuamente en el camino de la vida”

—Papa Francisco

Monterrey, México. El dibujo infantil que más ha sufrido transformaciones en los últimos años es el de la familia. Los niños siguen trazando las mismas líneas en una casa, un sol o un árbol, pero al indicarles que dibujen a su familia, ellos agregan nuevos integrantes que antes difícilmente se encontraban o borran la presencia de otros.
Mamás que trabajan, padres que realizan labores domésticas y niños que “saltan” los fines de semana de casa de un padre a otro, parecieran ser situaciones sociales tan radicales que difícilmente entenderían nuestros antepasados.
Lo que sí no podrá cambiar en las familias son los elementos claves para poder conformarla: los padres y los hijos. Independientemente de las dificultades que pudieran tener los padres en su relación como pareja, el vínculo con un hijo siempre estará presente y si bien es cierto no debiera de existir una forma de deslindarse, el divorcio entre ellos es cada vez más común, pues muchos padres, incluso desde antes de su nacimiento, buscan cortar para siempre esa eterna unión con sus hijos.
La unión familiar es uno de los propósitos favoritos de año nuevo: visitar más a los padres, realizar una llamada telefónica a un tío lejano y jugar más con los hijos parecieran ser el “top ten” de la lista de objetivos a cumplir para el año que inicia y, sin necesidad de invertir grandes cantidades de dinero, la principal inversión para cumplirlos es mucho más costosa: el tiempo.
El doctor Luis Eugenio Espinosa, catedrático de la Universidad de Monterrey, dice que la sociedad necesita momentos de eternidad para ser feliz, aquellos que roban suspiros con el paso del tiempo.  ¿Puedes encontrar cuáles son esos momentos en tu vida? Un paisaje, un abrazo, una sonrisa, una mirada; todos provenientes de gente que amamos y aunque duren segundos, emocionalmente son eternos.
La familia provee constantemente de momentos de eternidad, curiosamente valorados hasta después de que alguno de sus integrantes ya no está con nosotros. El cuarto mandamiento habla sobre la familia y  la manera de mantenerla unida, nos exhorta a honrar a nuestros padres y a los padres honrar a sus hijos. Esa honra consiste en un combo de valores como el respeto, la coherencia, la paciencia, el compromiso, la disposición y el amor.
No permitamos que la unión familiar sea cosa del pasado, compartamos con nuestros hijos el valor que como equipo tiene la familia, el regalo de tener un hermano,  el pegamento emocional de compartir experiencias y el inagotable poder de verbalizar un te amo entre sus integrantes.
Que este año que comienza esté lleno de bendiciones, salud, amor y muchos momentos de eternidad, son los deseos del equipo de COSAS DE FAMILIA… ¡FELIZ AÑO 2015!


Publicado originalmente en Sexenio Nuevo Leon, el 31 de dic de 2014

(*) Avelina Jiménez Lozano, es Psicóloga con Maestría en Educación por la Universidad de Monterrey. Experta en temas de familia y pareja. Cuenta con la certificación para ser facilitadora de la herramienta pre-matrimonial FOCCUS. Ha participado en programas de desarrollo humano e inteligencia emocional en México y España. Actualmente es docente de asignatura en la carrera de Licenciado en Psicopedagogía, titular del curso Formación en el Amor y coordinadora de formación en la Universidad de Monterrey.

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