miércoles, 15 de junio de 2016

Mi super héroe va a ser abuelo

Por Avelina Jiménez Lozano

He sido muy afortunada de tener un super héroe en mi casa. Desde niña mi papá ha tenido una fuerza sobre humana, que le ha permitido sacar a toda la familia adelante. Los enemigos que nos asecharon son algo diferentes con los que pelean los famosos super héroes de las caricaturas o películas. El malo en este historia era todo aquello que nos impedía estar juntos: el tiempo que pasaba en el trabajo, el cual era culpable de verlo sólo unas cuantas horas por la noche; la economía, causante de su semblante preocupado por tantos pagos pendientes por hacer; la enfermedad de mis abuelos y tíos, que lo ponían triste y difícilmente podía dormir.
 Mi papá es mi super héroe de carne y hueso. Siempre lo ha sido, sin importar la edad que tengo, me sorprende con sus acciones y su amor a su familia trasciende más allá de lo humano. ¿Qué podría pasar cuándo está él en el hogar? Con papá en casa, las cosas son diferentes, su presencia impone, da tranquilidad y seguridad a sus miembros.
Tal vez él no lo sabía antes, pero hoy no me canso de decírselo. Él es único: una extraña combinación de fuerza, ternura y amor, una triada de cualidades difícil de encontrar en un hombre de su generación.
 Todo super héroe tiene su pareja de batallas, aquel cómplice que lucha junto con él todo el tiempo por un bien en común. ¡Y vaya pareja la que formó con mi mamá! Ella no pudo encontrar mejor hombre para formar juntos nuestra familia. ¿Cuál era la clave para ganar sus batallas contra los malvados enemigos? El amor, la escucha, la confianza y la acción. Juntos son dinamita y de ahí que estoy convencida que mi super héroe no hubiera llegado tan lejos sin su ayuda.
 Mi super héroe es un hombre sencillo y cuando es necesario pide disculpas y reconoce sus errores. Ama, ama en extremo, a su familia pero también a los más vulnerables y desprotegidos. Él nos enseñó a compartir lo que tenemos, a estar atentos y ayudar sin medida, ¿Qué eso no es parte del trabajo de un super héroe?
 Su caballerosidad hacia con nosotros era extrema y es fecha que no nos puede ver cargar bolsas con cosas o una puerta que se atraviese en nuestro camino pues él inmediatamente corre a ayudarnos.
 Verlo expresar sus sentimientos ha marcado mi corazón de por vida. Recuerdo perfectamente la primera vez que lo ví llorar. Puedo recordar hasta el más mínimo detalle de ese momento; él no se percató que lo veía, justo ahí me dí cuenta que mi héroe…¡también tenía lágrimas!
 ¿De dónde obtiene esos poderes? ¿Quién se los da? Eso es algo que mucho tiempo me estuve cuestionando: ¿de dónde adquiría tanta fuerza emocional?, ¿cómo le hacía para sacarnos adelante sin reclamar? Bastó con prestar un poco de atención para descubrir su secreto: confiar plenamente en Dios y orar con mucha fe. Mi super héroe siempre reconoció que había alguien más grande que él, fue agradecido y nos enseñó también a amarlo.
Aunque pase el tiempo un super héroe jamás perderá sus poderes. Siempre estará al pendiente de su gente, de su familia; sus ojos biónicos siempre podrán traspasar lo visible y descubrir la profundidad del corazón de sus hijos.
 Estoy feliz de saber que pronto descubriré a un nuevo super héroe: mi esposo, quien pondrá en práctica sus poderes con nuestros hijos que están próximos a nacer.
Dentro de poco mi papá se convertirá en abuelo y me entusiasma en sobremanera que lo veré nuevamente en acción. Sus nietos podrán descubrir sus super poderes, aprenderán a combatir los enemigos que se vayan presentando en su vida y se sentirán orgullosos de pertenecer al equipo de los buenos.

 (*) Avelina Jiménez Lozano, es Psicóloga con Maestría en Educación por la Universidad de Monterrey. Experta en temas de familia y pareja. Cuenta con la certificación para ser facilitadora de la herramienta pre-matrimonial FOCCUS. Ha participado en programas de desarrollo humano e inteligencia emocional en México y España. Actualmente es docente de asignatura en la carrera de Licenciado en Psicopedagogía, titular del curso Formación en el Amor y coordinadora de formación en la Universidad de Monterrey.
Contáctala en jimlav15@hotmail.com