martes, 13 de diciembre de 2016

¿Y vivieron felices para siempre?

Por: Fernando González Rocha y Paty Zambrano

El día en que te conocí mi vida cambió, a partir de entonces no dejo de pensar en ti, tu forma de hablar, de reír y de hacer las cosas. ¡Eres un encanto! ¿Cómo pude vivir sin ti tanto tiempo?
Esta es una conversación usual entre dos enamorados. Deseábamos pasar el mayor tiempo posible junto, suspirábamos en ausencia del otro. El tema de conversación con cualquier persona giraba en torno del ser amado. Nos comenzaron a llamar la atención sus intereses, sus gustos, sus pasiones. No teníamos ojos para nadie más. Así nos vimos al inicio de nuestra relación… y ¿que nos pasó?   ¡Ahora no puedo vivir… pero contigo!
Nos enamoramos porque nuestra atención estaba enfocada en las fortalezas de la otra persona, considerabas como algo positivo: el humor que poseía, la creatividad al hacer su trabajo, el tono de voz tan melodioso con el cual hablaba, pero poco a poco, al pasar el tiempo,  en las distracciones de la vida cotidiana, tu atención se fue deslizando hacia el juicio negativo y las debilidades de la persona amada. Empezamos a querer cambiarla, nos molesta que sea tan diferente a nosotros, pensamos: “yo tengo la razón”, “él o ella debería cambiar y hacer las cosas como yo digo…” y así, poco a poco vamos apagando la llama del amor.
El amor siempre inicia cuando nos enfocamos en lo positivo. El objetivo de nuestra unión es convertirnos en mejores personas, ayudarnos a crecer y desarrollar todo nuestro potencial. Nuestro quehacer es hacer brillar a la pareja desde sus fortalezas, desde lo que sí tiene. Se construye con las fortalezas de los dos, no con lo que le falta al otro, no con la exigencia, ni el “deberías ser”. No con lo que no hay. Cuando NO nos enfocamos en las virtudes y dones nos vamos desenamorando uno del otro.
Solo nosotros somos responsables del amor y desamor que sembramos. El éxito de una relación de pareja se construye cuando dos personas maduras emocionalmente, felices e independientes, se encuentran y crean un proyecto en conjunto.
Así nos damos cuenta que el amor inicia con una decisión de querer conocer a alguien e ir tomando acción para saber del otro, para conocerlo, para admirarlo. Te invitamos a preguntarte hoy: ¿deseo reenamorarme de mi pareja? Si tu respuesta es sí, simplemente vuelve a enfocarte en aquello que te gustaba, piensa positivamente acerca de las actitudes del otro, pregúntate ¿qué lo motiva a actuar así? ¿Qué necesita para ser más feliz? Busca pensar en todo lo bueno, todo lo agradable del ser amado. Recuerda qué fue lo que viste en esa persona que te cautivó y te llevó a confiar en él o ella y a establecer un compromiso de amor.
Para salir de una situación difícil, abran un diálogo constructivo, desde lo bueno, desde las posibilidades. Dejen de hablar de los reclamos y las malas actitudes. Pidan perdón y reconozcan sus errores cada uno, vean hacia adelante y luchen por recuperar su relación. Si un día te enamoraste de esa persona seguramente te podrás reenamorar de ella nuevamente. No hay persona perfecta, cada uno es un paquete de cualidades y defectos. Necesitamos volver a ver las cualidades, encontrar las intenciones positivas de las acciones del otro y tomar la decisión de restaurar el amor.
No tengan miedo, cambien lo que tengan que cambiar y dense la oportunidad de regresar a construir sus mejores momentos. Es mejor reintentar con la persona que está a tu lado que ir a explorar y buscar una nueva pareja. El nuevo candidato o candidata también tendrá sus defectos iguales o mayores que tu pareja actual.
El amor es una decisión permanente y personal que se renueva cada día.
Como Coaches hemos podido acompañar a varias parejas con problemas graves como: infidelidad, alcoholismo, desánimo, apatía y problemas causados por la intervención de las familias políticas. Podríamos decir que, en todos los casos, la decisión de recuperar el amor está siempre en la pareja. Sin embargo cuando uno de los dos no quiere ceder, perdonar o cooperar para restablecer la relación, al paso del tiempo la pareja termina separándose. Si hay voluntad de perdonar y reintentar, el amor siempre vuelve a fluir. Revive tus mejores recuerdos y tráelos nuevamente a tu memoria para re enamorarte.
Te dejamos algunas preguntas que cada uno debe contestar para desarrollar un plan de acción: ¿Cómo está tu relación hoy?, ¿con qué recursos cuentas para crecer?, ¿qué necesitas hacer tú, para que los dos estén mejor?, ¿cuándo lo vas a hacer?, ¿cómo te sentirías al restablecer su relación?, ¿cómo te gustaría celebrarlo?
¡Revive tus mejores recuerdos y tráelos nuevamente a tu memoria para re enamorarte!


Los Autores son Coaches de Pareja y de Vida. Puedes contactarlos en:
patyzambrano@hotmail.com




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