jueves, 29 de septiembre de 2016

Evolución de la pareja

Por Alida Maria Madero

Amor es una evolución, es una transformación continua, 
es una búsqueda inteligente de no aburrir, una búsqueda de un día 
diferente todos los días.
Ricardo Montaner


Si buscamos en el diccionario el concepto de evolución, encontramos que hace referencia al verbo evolucionar y a sus efectos. Esta acción está vinculada con un cambio de estado  o desenvolvimiento y su resultado es un nuevo aspecto o forma del elemento en cuestión. Puede entenderse la evolución como un proceso que deben atravesar algunas cosas y que consiste en el abandono de una etapa para pasar a otra, ya sea de manera gradual o progresiva.

Así como las personas cambiamos, aprendemos, crecemos y maduramos también ocurre con las relaciones, cualquiera de ellas, de pareja, de amigos, de padres e hijos o relaciones profesionales. Estamos en continuo cambio y ese cambio es muy importante y saludable.



No es lo mismo cuando recién conoces a tus amigos, que cuando ya han compartido momentos, confidencias, aventuras, risas o la relación de papás no es igual cuando el hijo es bebé a cuando es adolescente o adulto.

También las relaciones de pareja deben de crecer, evolucionar o cambiar. Esta evolución es lo que explica la diferencia entre lo que sentimos cuando nos conocimos, a cuando llevamos algunosaños de relación.



Primero viene el enamoramiento, esa química que se da cuando alguien te llama la atención, cuando te gusta y comienza el cortejo, las emociones intensas y las mariposas en el estómago. Nos concentramos en encontrar cosas en común, descubrirnos y el deseo de permanecer siempre junto a él o ella. La fantasía y la creatividad para sorprender, el entendimiento y la comprensión con la persona amada. Sin percibir las diferencias y los defectos. Se evitan discusiones  y conflictos. Es una etapa que no quisiéramos que acabara nunca.



Del enamoramiento viene un conocimiento más profundo, necesariamente descubrimos diferencias y peculiaridades. Nos mostramos tal cual somos y compartimos sueños, anhelos, experiencias y vivencias. Ya no idealizamos, es un encuentro más real. Aquí si hay discusiones y conflictos, entendimiento y reconciliación. Se va descubriendo quién soy y qué quiero, quién eres, qué quieres, qué te gusta, qué te preocupa, cómo piensas. La estructura de la pareja va formando un “nosotros”, donde ambos miembros de la relación se sienten seguros y confían en el otro.



Después viene una tercera etapa de esta evolución donde la pareja se ha afianzado y ha conciliado diferencias. Es el momento de dar un paso más, se trata de un proyecto de vida en común. Se toma la decisión de compartir la vida y formar un hogar. 



Llega el momento de tomar decisiones sobre los proyectos en común como lo es tener hijos. Es una etapa donde aparece de nuevo la ilusión, la emoción y el entusiasmo por compartir lo que ambos han decidido crear, por seguir construyendo entre los dos su futuro y proyecto de vida juntos. Es donde se debe de dar la búsqueda de acuerdos y negociaciones para aclarar el ‘cómo’ será ese proyecto.



La relación de nuevo cambia, fluye, el amor se vuelve más sólido pero también se baja la guardia y la rutina puede traer conflictos y molestias. Es una etapa donde la comunicación es esencial para poder expresar qué es lo que molesta o lo que se necesita del otro, sin discutir. Es una etapa de aprendizaje donde es necesario desarrollar la confianza.



La vida sigue y viene la adaptación,  se dan los cambios, los hijos crecen, cambia el trabajo, los intereses, las metas y los proyectos. Los vaivenes suceden, pero las crisis solucionadas exitosamente ayudarán a dale fuerza la relación. Surgen nuevos intereses si la pareja se adapta a dichos cambios, entonces se consolida y madura.



Llega luego la independencia de los hijos, la jubilación, enfermedades, etc. Puede ser una etapa de re-encuentro, ya que las exigencias, responsabilidades y cargas de la vida son menores, y podemos volver a centrarnos en la pareja, para compartir nuevos proyectos, como fue en el principio de la relación.



Llamaremos a esta última etapa la del compromiso recíproco, la fase de la vida en que aceptamos gustosos seguir con nuestro compañero a pesar de todas esas cosas que no nos gustan tanto y de que ya no somos las mismas personas que cuando nos conocimos. Lo importante es que la pareja haya llegado unida en su crecimiento a esta etapa, en la que decide consolidarse para siempre. 



El cambio y la evolución  en las relaciones es una constante, debemos de aprender a aceptarlos como una oportunidad de crecimiento y madurez. Abraza con alegría la etapa en la que te encuentres de tu relación de pareja y tomados de la mano avancen siempre juntos para crecer.

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