miércoles, 1 de julio de 2015

Leer con los cinco sentidos

Por: Martha Salim Naime

                    Amar la lectura es intercambiar horas                 de hastío por horas de inefable y deliciosa compañía.
John F. Kennedy

Leer es mucho más que  agrupar letras y palabras para darles un significado. Leer es abrir los sentidos a nuevas experiencias. Es viajar y conocer, es ser diferentes personas en otros tiempos y espacios, es ser autónomo y libre. Leer, como lo haces en este momento, es transportarse  a un viaje sensorial que nos lleva a recordar las muchas o pocas lecturas en nuestra vida.
Recuerdo con cariño y agradecimiento el primer libro que leí: Heidi de Johanna Spiry;  fue un regalo al terminar la primaria. Las pocas ilustraciones que contenía me ayudaron a construir en mi imaginación el escenario completo: al abuelo ermitaño en la cabaña, la montaña, las cabras y a Pedro. Mi mayor descubrimiento fue darme cuenta de que podía ser capaz de oler, sentir, ver y escuchar; incluso saborear, en mi imaginación, el queso que elaboraban con la leche ordeñada.
En nuestro país casi el 90 por ciento de los mexicanos sabe leer y escribir, sin embargo, el 69 por ciento asegura que no tiene tiempo para leer y el 31 que no le gusta. Los datos obtenidos de la Encuesta Nacional de Lectura realizada por la Fundación Mexicana para el fomento de la Lectura, A.C. revelan también que sólo el seis por ciento de la población mayor de doce años lee un promedio de cuatro libros por semestre.
Si tú —amable lector—  y yo, no  leemos al menos ocho libros al año, no alcanzamos a formar parte de ese reducido porcentaje; quizá sólo seamos de esos cuatro de cada 10 mexicanos que ha pisado una librería en su vida; resultado obtenido de un estudio impulsado por la Casa del Libro México.
¿Qué motiva a una persona a leer? En mi caso fue el aburrimiento de las vacaciones escolares el que me movió a quitarle el celofán al libro, que tenía ya varios días sobre el buró al lado de mi cama. No me había atrevido a abrirlo. 

No recuerdo cuánto tiempo tardé en leerlo, pero al finalizar las vacaciones ya había leído también Mujercitas  de Louise May Alcott. La edición que conseguí no tenía ilustraciones, así que, la imagen de la portada fue el único ladrillo con el que construí el resto del escenario y  los personajes.  Descubrí que mi imaginación no tenía límites, que era capaz de recrear los espacios y colocar ahí  las escenas.
Después de eso, ya no dependí de una motivación externa para leer. Al hacerlo con mayor frecuencia, la construcción de imágenes fue más ágil y creativa. Mi vocabulario se multiplicó y mi ortografía mejoró considerablemente. Esta riqueza hizo nacer y mantener vivo, en mi ánimo y en mi mente, el gusto por la lectura.
Si bien, el primer paso es aprender a leer, el siguiente es: aprender leyendo. La lectura abre la puerta principal del conocimiento,  la imaginación y  la reflexión.  Se fomenta la creatividad literaria, se enriquecen las formas de expresión y se tienen temas de conversación atractivos e interesantes.
El medio para la lectura es la visión y éste sentido externo puede activar a los demás. Sofía Segovia, autora de El murmullo de las abejas afirma que el escritor solo brinda una parte de la experiencia al escribir una novela. El lector aporta el resto cuando al leer, crea imágenes y evoca con sus cinco sentidos: aromas, sonidos, sabores y texturas.
Después de ser reconocida como el “Descubrimiento literario del año” (2015), durante una entrevista radiofónica, la conductora le pregunta a la escritora regiomontana: ¿de dónde saliste Sofría? Con sencillez y convicción, la entrevistada responde: “Salí de la lectura de toda la vida; de la lectura muy amplia y muy vasta que he hecho toda la vida”.
El gusto por leer puede iniciar por la motivación de padres, docentes o amigos. Puede ser movida por el aburrimiento —como en mi caso— la curiosidad o el deseo de escapar de realidades en las que nos sentimos atrapados. La lectura nos regala ese espacio —único y personal— en el que sólo entran el lector y su obra elegida y recorren un camino de la mano y con los cinco sentidos.
¿Cuántos libros has leído este año?, ¿Tienes un libro favorito?, ¿Quieres leer algo bueno y no sabes cuál comprar? Te recomiendo el citado en este artículo: “El murmullo de las abejas” de Sofría Segovia y descubre hasta donde llega una persona en su pasión por la lectura.


(*) Martha Salim Naime. Es Administrador de Empresas con Maestría en Ciencias del Matrimonio y la Familia y diplomado en Tanatología por el Instituto Superior de Estudios para la Familia (Juan Pablo II). Experta en temas de familia y pareja. Cuenta con la certificación para ser facilitadora de la herramienta pre-matrimonial FOCCUS. Actualmente se desempeña como Gestor de redes sociales.

Publicado el 1 de julio de 2015 en:

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