domingo, 5 de marzo de 2017

Con uno es suficiente

Por Martha Salim Naime          



   A veces, cuesta mucho más eliminar un solo defecto que adquirir cien virtudes.
Jean de la Bruyere


La Iglesia católica comienza la cuaresma con el miércoles de ceniza. Cuarenta días de preparación para vivir el misterio pascual mediante el ayuno, la oración y la limosna. Así mismo, hace un llamado a trabajar, de manera especial, en la conversión personal, Invita a aprovechar este tiempo para fortalecer el espíritu, el cuerpo, la mente y la fe.
Vi un video en Facebook que hace cinco sugerencias para prepararse para la cuaresma. Es un  material,  promovido y difundido por la Arquidiócesis de Monterrey, que me encantó, y me pareció una buena idea compartir contigo su propuesta y completar con un poco más de información.
La primera recomendación es hacer ejercicio. Un cuerpo enfermo o debilitado influye en el estado de ánimo; en el estado del alma. Se sabe que, al realizar una actividad física regular y constante,  se liberan endorfinas, sustancias que aumentan la sensación de bienestar y disminuyen el dolor emocional. “Es el perfecto estado mental para intentar empezar a hacer cambios en la vida” se afirma en el video.
La segunda es nutrir la mente: estudios realizados por neurocientíficos de la Universidad de Nueva York sostienen que el cerebro es una caja de imágenes. Todo lo que se le presenta se queda guardado ahí, como el disco duro de una computadora, y es utilizado cuando la mente lo requiere. De ahí que hay que elegir, de entre lo bueno, lo mejor para ver, sobre todo para leer.
Mente sana en cuerpo sano, dice un refrán popular.  Se recomienda el ejercicio como parte de tratamientos antidepresivos y para sanar el dolor emocional con buenos resultados, “pero los mecanismos que subyacen a sus efectos beneficiosos siguen siendo desconocidos”, como se  afirma en los resultados del estudio del Instituto Karolinska.
La tercera recomendación es identificar las áreas problemáticas. A una reflexionar profundamente sobre  “qué áreas de tu vida necesitan revitalizarse”. Se invita a realizar un examen de conciencia, que “te dirigirá hacia las proposiciones más apropiadas para ti”. Yo lo hice y encontré que hay muchas áreas que necesito renovar. Decidí en enfocarme sólo en una durante esta cuaresma. Un defecto a la vez; uno solo.
La cuarta, es recurrir a los sacramentos. En concreto propone,  a los católicos, si ya hiciste un examen de conciencia, no o desperdicies; confiésate y comulga. Yo diría que este paso no te lo saltes, aunque seas católico no practicante, profeses otra religión o no creas en nada. Comienza a creer en ti mismo y en tu capacidad en enfocarte en un área de oportunidad de tu persona para mejorar. Un defecto recurrente, que lastima y daña a las personas cercanas a nosotros,  puede convertirse en virtud si lo transformamos, con paciencia y constancia, en un hábito bueno.
La quinta y última recomendación es rezar. “La oración no sólo regula todos los procesos del organismo humano, sino que también repara la estructura de la conciencia más afectada”,  asegura Valeri Slezin, jefe del Laboratorio de Neuropsicofisiología del Instituto de Investigación y Desarrollo Psiconeurológico Bekhterev de San Petersburgo. Sostiene, además que orar es un “medicamento poderosísimo”.
Independientemente del grado en que vivamos nuestra fe católica o cualquier otra, la cuaresma se nos presenta como un GPS que nos redirecciona hacia el camino de poder ser una mejor persona. Cuarenta días no son suficientes para quitarnos un defecto, pero por algo se empieza ¿no crees?

(*) Martha Salim Naime. Es Administrador de Empresas con Maestría en Ciencias del Matrimonio y la Familia y diplomado en Tanatología por el Instituto Superior de Estudios para la Familia (Juan Pablo II). Experta en temas de familia y pareja. Cuenta con la certificación para ser facilitadora de la herramienta pre-matrimonial FOCCUS. Actualmente se desempeña como Gestor de redes sociales.


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